Sin embargo, todo parece apuntar a que el resultado será otra vez negativo para el nuevo secretario general del PSOE, o al menos eso es lo que aseguran fuentes socialistas cercanas a Tomás Gómez, que auguran una victoria relativamente cómoda para el actual líder de los socialistas madrileños: "sacará entre el 55 y el 60% de los votos".
Aunque es habitual que en épocas previas a un congreso socialista todos los candidatos se vean ganadores, hay elementos que incitan a pensar que el optimismo de los tomasistas está justificado: en primer lugar el resultado del "congresillo" (la denominación de las elecciones de delegados previas al congreso federal del PSOE) reflejó ya una ventaja de 55% a 45% para el sector afín a Tomás Gómez.
Además, en ese resultado tuvo cierta importancia lo que algunos han denominado "la traición" de José Cepeda, diputado regional de Madrid que pasó de ser mano derecha de Gómez a apoyar, en contra del criterio del líder socialista, la candidatura de Alfredo Pérez Rubalcaba a la secretaría general.
José Cepeda controlaba la agrupación de La Latina, una de las importantes de la ciudad de Madrid, y los delegados elegidos por ella suponían un porcentaje significativo del total. Sin embargo, según ha podido saber este periódico, tras destaparse en los días previos al congreso sevillano un serio escándalo que afectaba a este diputado, la agrupación de Latina habría vuelto al redil tomasista, con lo que el resultado se inclinaría todavía más del lado del exalcalde de Parla.
"Un candidato de tercera"
Por otro lado, la propia elección de la candidata del sector crítico resulta muy reveladora, al menos según el entorno de Tomás Gómez: una fuente dentro del propio PSM a la que ha tenido acceso este diario no duda en calificarla como "una candidata de tercera, con un perfil muy bajo".
El hecho incontrovertible es que la candidata, Pilar Sánchez-Acera, es una perfecta desconocida para la inmensa mayoría de los votantes socialistas y ni tan siquiera ostenta en la actualidad cargo público alguno, a pesar de que fue diputada regional en la anterior legislatura y también ha pasado dos legislaturas como concejal en Alcobendas.
Desde el entorno de Sánchez-Acera se recuerda que el propio Tomás Gómez tampoco era diputado regional en el momento en el que fue elegido líder del PSM, pero no se puede olvidar que entonces Gómez era alcalde de Parla y, de hecho, había sido uno de los alcaldes más votados de España en las anteriores elecciones municipales.
"Dan el congreso por perdido"
En el sector más cercano a Tomás Gómez considera esta elección como una primera victoria, "no van al cien por cien contra Tomás", nos comenta un colaborador, "se conforman con hostigarle porque dan el congreso por perdido".
Un experto conocedor de la vida interna del PSM afirma que la candidata ha sido una solución de emergencia después de que "los pesos pesados" del sector crítico no se hayan atrevido a presentarse. Entre estos pesos pesados, nombres como Lissavetsky, Simancas y, sobre todo, Valeriano Gómez, al que nos confirman que se habría ofrecido la posibilidad de liderar este sector crítico, posibilidad que habría rechazado.
Este panorama y estos pasos atrás habrían enfriado considerablemente el entusiasmo de los rivales de Gómez dentro del PSM, que se mostraban rayanos a la euforia tras la derrota de Chacón, por la que había apostado el propio Gómez, en el Congreso Federal del PSOE. De hecho, fuentes de la propia PSM señalan que los socialistas están abandonando el sector crítico "en un goteo constante".
Una negociación abocada al fracaso
Según ha podido saber este periódico de fuentes bien informadas, en estos momentos se estaría produciendo un intento de negociación para que este sector crítico pudiese tener una presencia en la ejecutiva proporcional a los votos que obtenga, es decir, de alrededor del 40%.
Sin embargo, según nos adelanta una fuente cercana al PSM, Tomás Gómez no estaría dispuesto a ningún pacto de este tipo y no reservaría para los críticos más de un 10% de la Ejecutiva, en el mejor de los casos.
Las apuestas en este momento varían, pero suelen coincidir en dar la victoria a Gómez: se estima su suelo en el 55%, los votos que logró en el "congresillo" previo al Congreso Federal, pero hay quién apuesta porque la victoria llegue a un 65%. En ese caso la lectura en todo el PSOE sería muy clara: "Se trataría de una derrota muy dura de Rubalcaba", nos dice un miembro del partido.
El panorama, en definitiva, describe a un PSOE en el que la división que se reflejó en el último congreso socialista sigue más que vigente y en la que varias franquicias socialistas en algunas regiones clave (Cataluña, Madrid, quizá Andalucía...) seguirán enfrentándose a Rubalcaba.
Una situación que tampoco es idílica para Gómez que logra mantenerse en el puesto pese a las presiones desde Ferraz, pero está muy lejos de controlar completamente un partido que, como viene ocurriendo desde hace tiempo, sigue siendo una fuente casi permanente de conflictos internos.