Margallo aparca la Alianza de Civilizaciones porque "no está la Magdalena para tafetanes"
Presentó su proyecto en el Congreso. Habló de Gibraltar, de España como "gran nación",del proyecto estrella de Zapatero... y de Trillo.
En su comparecencia en la Comisión de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo ha ofrecido consenso a los partidos para adoptar una política exterior estable y previsible que evite cometer "errores del pasado", entre los que ha citado la retirada unilateral de las tropas de Irak en 2004.
Después de hacer un repaso de la irrelevancia internacional que España tuvo en el franquismo y de recordar que no estuvo en la fundación de organismos como la ONU, la OTAN o la Comunidad Económica Europea, el ministro de Asuntos Exteriores ha pedido actuar con unidad.
En este punto, García-Margallo ha hablado de la intervención de Irak en 2003 y de la retirada unilateral de las tropas al año siguiente. En opinión del ministro, aquella decisión de Zapatero abrió una "profunda brecha con los aliados", debilitando la posición de España en el concierto internacional. "De lo que se trata es de no repetir los errores del pasado", ha zanjado García-Margallo antes de reiterar la necesidad de apostar por una política de Estado en materia exterior.
Cambios en Gibraltar
García-Margallo ha animado también a los diputados a ensalzar el papel y el peso de España en el mundo. "Si queremos tener peso específico en el mundo, debemos decir que somos una gran nación, actuar como una gran nación y ser una gran nación", ha proclamado en la exposición inicial. El jefe de la diplomacia española ha considerado además que el consenso de la política exterior puede ser un factor que ayude al país a salir de la crisis económica.
Mención especial merece su alusión a Gibraltar, después del portazo de Cameron a las aspiraciones del Gobierno. Según el ministro, ha explicado al Ejecutivo británico "las cosas que tienen que cambiar" y le ha pedido la recuperación del diálogo sobre Gibraltar en un nuevo foro cuatripartito, que incluya tanto a las autoridades del Peñón como las del Campo de Gibraltar. "Dos banderas y cuatro voces", ha resumido Margallo, que ha añadido que no será un foro "para hablar de soberanía" porque ese tema estará reservado a las "autoridades españolas y británicas".
La fallida Alianza de Civilizaciones
Tras la intervención de los grupos parlamentarios, el ministro se ha referido al que fuera el proyecto estrella de Zapatero en política exterior, la Alianza de Civilizaciones. Margallo avanzó que el Gobierno va a "repensar" la contribución española a la iniciativa porque en estos tiempos de crisis no le parece "que esté la Magdalena para tafetanes".
El ministro ha reconocido que la Alianza es hoy un programa de Naciones Unidas, pero se ha quejado de que el Grupo de Amigos que tiene la iniciativa "no ponen un euro", mientras que España sufraga en torno al 33 por ciento del proyecto.
García-Margallo ha revelado que ya ha hablado con su colega turco, Ahmet Davutoglu, sobre la Alianza y cómo esta iniciativa ha tenido un papel "muy menor" en la Primavera Arabe.
La portavoz del Grupo Socialista y vicesecretaria general del partido, Elena Valenciano, ha advertido de que "tirar por la borda" el compromiso español con la Alianza podría quitar puntos a nuestro país en su carrera por ingresar en el Consejo de Seguridad de la ONU como miembro no permanente.
García-Margallo le ha dado la razón a Valenciano y ha reconocido que si España abandonase la iniciativa podría darle un terreno "abonado" a Turquía, que compite con España por entrar en el Consejo de Seguridad. Eso sí, también ha señalado que Turquía podía haber agradecido a España que pagase "la mayor parte de la fiesta" no presentando esa candidatura.
El "extraordinario" Federico Trillo
Otros de los debates que ha generado su intervención ha sido el nombramiento de Federico Trillo como embajador en Londres. El PSOE le ha echado en cara que no es diplomático, y que Margallo prometió en su día que todos los embajadores pertenecerían a la carrera diplomática. Puso una excepción: los nombramientos políticos serían "excepciones" para "personas extraordinarias en circunstancias extraordinarias".
El ministro se ha agarrado a esa afirmación para defender a Trillo. Cuando Valenciano le ha pedido que aclare "punto por punto qué es lo que hace de Federico Trillo una persona extraordinaria", Margallo ha esbozado una sonrisa y ha respondido: "En algo vamos a coincidir todos, si algo es el señor Trillo, es extraordinario. Usted sabrá por qué y yo también".
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