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El contable de Nóos dice que la infanta Cristina "nunca le dio una orden"

Marco Antonio Tejeiro, además, ha reconocido que ninguna Administración Pública les solicitó justificación alguna de los fondos recibidos.

En su declaración como imputado este sábado ante el juez del caso Palma Arena, José Castro, a cuya transcripción ha tenido acceso EFE, Marco Antonio Tejeiro ha afirmado que ninguna Administración Pública les solicitó justificación alguna de los fondos públicos recibidos y que nunca elaboró presupuesto alguno para una Administración Pública. También dijo que desconocía si las facturas que contabilizaba en el conglomerado de empresas del duque de Palma y su socio Diego Torres "pertenecían o no a la realidad".

Tejeiro ha dicho, además, que la infanta Cristina, esposa de Urdangarin, no tomó ninguna decisión en el Instituto Nóos y "nunca le dio una órden o instrucción" en esta empresa sin ánimo de lucro ni en Aizoon, la promotora propiedad del matrimonio de los duques de Palma.

En su testimonio ante el juez, el imputado ha asegurado textualmente que "ninguna Administración Pública le pidió justificación de los fondos recibidos, salvo en el tema de los juegos europeos, ni ellos se lo proporcionaron". El contable aludió así al convenio por el que la Generalidad Valenciana pagó 382.203,70 euros al Instituto Nóos en 2006 para la celebración de unos Juegos Europeos en Valencia, que nunca se celebraron.

En esta pieza separada del conglomerado Palma Arena, el juez José Castro investiga a Urdangarín y a una veintena de personas más por el supuesto uso irregular de fondos públicos por parte del Instituto Nóos, una entidad sin ánimo de lucro que presidió el duque de Palma y que percibió 5,8 millones de euros procedentes de organismos públicos como el Gobierno balear y la Generalidad valenciana.

Marco Antonio Tejeiro, hermano de la mujer de Diego Torres, también imputada, ha relatado al juez que había trabajado para todas las empresas de su cuñado y Urdangarín, aunque en algunas de ellas no figuró nunca, y que desconocía las razones del "trasiego" de empresas creadas por ellos porque "nunca se lo explicaron".

Ha reconocido que Torres le dijo que quería crear una sociedad en Inglaterra y otra en Belice porque querían hacer negocios en el extranjero y pagar menos tributos, pero que en ningún momento se habló de que se trataba de llevar el dinero a un paraíso fiscal.

El contable y administrativo de las empresas ha asegurado que todas las facturas las recibió directamente de Diego Torres y que "no tenía por qué cuestionarse" el contenido de ninguna de ellas. Según su testimonio, su cuñado era "quien le decía: 'factura a esta empresa o a esta otra', le señalaba el concepto y el importe", pero él "desconocía si esas facturas pertenecían o no a la realidad", según consta en su declaración.

Preguntado sobre si sabía por qué su cuñado y su hermana constituían a veces en el mismo día una serie de sociedades con la misma finalidad y el mismo domicilio social, el contable ha contestado que eso habría que preguntárselo a ellos, ya que él nunca había recibido "una confidencia al respecto", ni se había "imaginado nada".

En cuanto al motivo de por qué se facturaba a través de empresas que no habían prestado sus servicios, replicó que "nadie dice" que el servicio no se prestara. A lo largo del interrogatorio se preguntó al imputado que cómo era posible que una sociedad con unos gastos mensuales de 200 euros pudiera facturar 420.000 euros, a lo que contestó "que eso habrá que preguntárselo" a Diego Torres.

Marco Antonio Tejeiro afirmó que "nunca le pareció extraño" que las sociedades vinculadas al Instituto Nóos facturaran a éste "ya que era frecuente que personal de distintas empresas trabajaran para un mismo proyecto".

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