Unas 2.000 personas se han concentrado a las puertas del Tribunal Supremo para protestar contra el "atropello" que, en su opinión, ha supuesto la inhabilitación de Garzón por ordenar las escuchas a los abogados del caso Gürtel.
El acto contra la sentencia, promovido por las plataformas contra la impunidad del franquismo y "Solidarios con Garzón", ha contado con algunos habituales apoyos del juez, como el diputado de IU Gaspar Llamazares, la representante de Equo Inés Sabanés, el socialista Pedro Zerolo y el poeta Marcos Ana.
La concentración ha estado presidida por una pancarta "contra los juicios de la vergüenza", "contra los crímenes del franquismo" y "en apoyo al juez Baltasar Garzón".
Los participantes han coreado consignas como "Vergüenza", "Justicia", "Este juicio es una vergüenza" o "Este tribunal está podrido" y han exhibido carteles contra la corrupción y en favor de la reparación de las víctimas de la dictadura.
En su intervención, el portavoz de la plataforma "Solidarios con Garzón", Jaime Ruiz, ha mostrado su repulsa ante una sentencia que, en su opinión, es "radicalmente injusta".
Ruiz ha manifestado que "ha habido una verdadera cacería mediática y jurídica", contres procedimientos abiertos sobre el mismo juez, lo que, desde su punto de vista, ha sido "un atropello a la legalidad democrática y a la justicia".
Más ataques, en el Congreso
En declaraciones a los medios, el diputado de IU ha adelantado que este lunes durante la comparecencia del presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, Carlos Dívar, en el Congreso de los Diputados le pedirá cuentas y le dirá que "la justicia española está bajo mínimos como servicio público y como poder democrático porque se ha convertido fundamentalmente en una justicia corporativa".
Llamazares ha opinado que el juicio a Garzón por las escuchas del "caso Gürtel" ha sido "un tribunal de honor" y, tras recordar que los tribunales de honor fueron derogados por la Constitución española, ha considerado que "la justicia tendrá que abordar su propia transición democrática, que todavía no ha hecho".
Por su parte, Inés Sabanés ha dicho que es "una vergüenza" que la primera persona condenada por una trama de corrupción sea el juez que la destapó, mientras todos y cada uno de los que están imputados con altas fianzas siguen en la calle, algo que ha calificado de "incomprensible e intolerable". Cabe recordar que la sentencia, que condena a Garzón por prevaricar, fue adoptada por unanimidad.
Sabanés ha resaltado que la inhabilitación de Garzón supone "un retroceso brutal" y "una derrota tanto de la corrupción como de la justicia".
Mientras, el poeta Marcos Ana ha expresado su convicción de que "hay una vocación fascista en el Tribunal Supremo", como demuestra la "injusticia" que se ha cometido con Garzón con la intención de "darle un escarmiento para que nadie pueda seguir su camino de denunciar los crímenes del pasado".
"Aquí, la transición no ha movido nada. El pasado está en los entresijos del Estado y en los engranajes de la judicatura, porque no se ha cambiado absolutamente nada", ha apuntado Marcos Ana.