El presidente del Gobierno inicia su periplo parlamentario en plena forma. Su agenda internacional en un mes “supera a la de Zapatero en toda una legislatura”, considera que sus recetas gustan en la Unión Europea y provocan un efecto calmante en los mercados y, según el último barómetro del CIS, los españoles le siguen apoyando masivamente pese a la polémica subida impositiva.
Ahora bien, hasta la fecha no tuvo que enfrentarse ni al Congreso ni al Senado, que han trabajado a medio gas desde las elecciones generales. Qué duda cabe que el rifirrafe parlamentario puede convertirse en un calvario, como le ocurrió a buena parte de los primeros espadas del Gobierno socialista. Y de ahí que Mariano Rajoy prepare con especial mimo su primera aparición en las Cortes, tras su discurso de investidura.
El jefe del Gobierno pondrá en conocimiento del Congreso su Informe Bruselas, un detallado resumen sobre el último Consejo Europeo, en el que defendió el nuevo rumbo de España ante los grandes de Europa. A su favor, que la letra de la nueva música patria gusta, y mucho, en las instituciones europeas. En contra, el debate sobre una más que posible reducción del límite del déficit público, y que será abordado en el marco del Eurogrupo y del Ecofín. El martes, el PSOE ya calentará el ambiente en este sentido, llevando el asunto a pleno.
Tras abordar los resultados del CE, Rajoy se enfrentará a su primera sesión de control al Gobierno, en la que también se estrena Alfredo Pérez Rubalcaba, aún con las aguas revueltas en la casa socialista. “Para nuestros intereses es mucho mejor que Chacón”, afirman en Moncloa, donde sólo les basta rememorar la campaña electoral. Cabe recordar que el propio presidente, allá por octubre de 2010, consideró inhabilitado al por entonces vicepresidente por su “oscuro” pasado político.
La pregunta de Rubalcaba al presidente será: “¿Considera que tiene un plan de Gobierno a la altura de las necesidades de España?”. Duran Lleida también le abordará por la economía, en concreto sobre el IVA de las empresas exportadoras, y José Luis Centella (IU), meterá el dedo en la llaga al sacar a colación la frase de “la reforma laboral me va a costar una huelga general”.
Habrá que esperar un poco más para ver a Rajoy contestando en el Senado. Aunque el martes se abre el periodo de sesiones, el presidente no se sentará en su sillón. Es costumbre, recuerdan fuentes de la Cámara, que el inquilino de Moncloa acuda solamente un vez a enfrentarse a las preguntas, y todo apunta a que será el día veintitrés.