Chacón, en el Comité Federal tras un órdago de Rubalcaba

Fue uno de los primeros encuentros que mantuo Alfredo Pérez Rubalcaba en una larga e intensa noche de negociaciones y ya entonces comenzó a cortarse la tensión con un cuchillo. La cita a solas con Carmen Chacón, sobre las 21:00 horas y tras una primera llamada de contacto, se centró en la exigencia de la socialista catalana de "hacer valer su 48% de votos en el 38 Congreso" que debía tener, según fuentes del PSOE repercusión en una "Ejecutiva plural".

Tras una primera versión en la que el PSOE vendió la reunión "amable y distendida" y en la que se trataron "exclusivamente cuestiones personales", trascendió que Chacón se había negado a ocupar ningún puesto en la dirección de la nueva cúpula de Rubalcaba. Una "pataleta de niños pequeños", entendía el equipo de Rubalcaba, que le instó reiteradamente a ocupar un puesto en el Comié Federal, pues "no se entendería lo contrario" más que como el enfado de la perdedora, que no asumía la derrota.

Tras múltples negociaciones en las que la nueva cúpula consideraba "insólito" que no ocupara un puesto en la dirección, pues esto "sería volver a las guerras internas entre felipistas y guerristas", Chacón aceptó ocupar ese cargo.

Llora a las puertas del 'renacimiento'

"Gracias, muchas gracias. Mi mas sincera felicitación para Alfredo Pérez Rubalcaba. A partir de ahora, a trabajar todos juntos por el PSOE".

Esta era anoche la única comunicación de Carmen Chacón tras su derrota frente a Alfredo Pérez Rubalcaba. La socialista catalana le ha mandado sus felicitaciones al nuevo secretario general a través de la red social Twitter.

Tres imágenes definen el actual estado de ánimo de la socialista catalana. La primera, su desolada y lacrimógena apariencia al saludar a Rubalcaba en su proclamación como nuevo líder del PSOE. Un abrazo, un beso... y levantaba el brazo de su rival en señal de victoria sin mucho entusiasmo, aguantando el tipo.

Era la gran desaparecida en los pasillos. Chacón conseguía esquivar a los periodistas que ansiaban la tan codiciada declaración. Pero la imagen estaba fuera: llorando, emocionada, a las puertas del Renacimiento, el hotel que acoge el encuentro, donde su equipo la conducía para brindarle una ovación cerrada. "Tienes muchos apoyos", la animaba uno de los suyos.

La siguiente imagen, acto seguido, no ha podido ser filmada por las cámaras de televisión. Mientras sus asesores despistaban a la prensa convocando declaraciones del líder del PSC, Pere Navarro, la frustrada candidata a la Secretaría General, se encerraba en su habitación del hotel donde se hospeda y en donde pretendía lograr el renacimiento socialista.