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Zapatero pone a Bono de ejemplo para el PSOE y Felipe se levanta y se va

Su última ovación como secretario general del PSOE fue respaldada por todos menos por Felipe González.

Ha sido su último discurso como secretario general del PSOE. Cargo en el que le quedan apenas 24 horas y desde el que ha querido recordar a una persona "porque puede ser útil en el partido en lo que queda por delante". Lejos de seguir la estela de las oradores matinales, cuyas menciones han sido para recordar y agradecer el papel del anterior secretario general, Felipe González, Zapatero se refería justo a quien se sentaba su lado, José Bono:

 

"Yo disputé a José Bono la secretaria general del PSOE en el 2000", ha comenzado recordando Zapatero. A partir de ese momento, ha dicho, "tan importante ha sido para mí ganar, que lo ha sido, como que se fraguara una lealtad, una amistad con Pepe Bono... Eso significa para mí este partido. Tiene ese valor. Os puedo asegurar que tiene ese valor simbólico y político". Y utilizaba el ejemplo de ambos como modelo a seguir en la difícil travesía que dejará el día después al 38 Congreso: "Tan importante es ganar como la amistad, los afectos, la capacidad de hacer cosas juntos. Esto significa para mí lo que debe ser el partido".

 

Y de ahí, la última petición que Rodríguez Zapatero le ha hecho a los suyos: "A quien mañana salga elegido secretario general le den el mismo apoyo que a mí me han dado. El mismo. Y debo recordaros que yo lo tuve muy amplio desde el primer minuto. Sé que lo vais a hacer porque lo hemos hecho muchas veces. Sois capaces de hacerlo".

 

Tras la apelación a la "libertad plena y absoluta de cada delegado", que "cada uno sabrá lo que tiene que hacer", se producía otra "más importante" para que "a partir de ese momento, todos detrás del secretario general". Una larguísima intervención con la que ponía fin a diez años de liderazgo en la que reconocía que se le agolpaban los recuerdos, las emociones y los afectos hacia todos los miembros del PSOE: "Y aquí termina mi tiempo. Confio que vais a saber hacer las cosas. Gracias compañeros. Gracias y gracias, y aquí estoy con vosotros".

 

Sin embargo, tras las lágrimas de Leire Pajín, la media sonrisa de Carmen Chacón, los vidriosos ojos de José Blanco o la mirada orgullosa de Toño Alonso, la prolongada ovación cerrada y en pie de todo el plenario hacia Zapatero se desdibujaba por un hecho: Felipe González, sentado justo al lado de Bono, se ha levantado en mitad de la ovación y ha abandonado el Hotel Renacimiento de Sevilla, haciendo que se tornara la expresión de Zapatero desde la emoción satisfecha al hermetismo y la mirada hacia el suelo.

 

No en vano, el mensaje de integración y amistad reclamado por un Zapatero en retirada contrasta con la imagen de un PSOE que no esta todavía en el día después sino en el día 'D': el de la negociación in extremis de dos equipos que, desde las 21:30 horas, comenzarán a pelear por recabar los avales de hasta el último candidato.

 

Los ecos de las presiones, amenazas e, incluso, chantajes del sector pro Chacón (Griñán, Marcelino Iglesias, Tomás Gómez y Pere Navarro) han forzado titulares como el aireado por Chacón en los corrillos de este Congreso: “Me siento como Messi, esquivando a Pepe”. En el equipo de Rubalcaba, se ríen: "Manda huevos que ella hable de patadas".

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