Es previsible que esa cadena la encabeze el propio Juez; en compañía de Ternera, Garzón y Pachi López.
Aquí hay muchos que han perdido la dignidad y la decencia.
Es profundamente injusto. Las víctimas de los presos les basta -y les sobra- con su dolor. Ni ganas, imagino, tendrán de hacer una contracadena y estar en la lucha diaria y callejera. Sí son apoyadas por la sociedad española cuando convocan las inmensamente concurridas manifestaciones en Madrid. Y sienten de cerca el aliento del resto de los españoles.