"ETA no tiene intención alguna de cometer u organizar actos de terrorismo o violencia en el futuro". Ésa es la conclusión a la que ha llegado la Comisión Internacional de Verificación (CIV), después de haberse reunido en los últimos meses con partidos vascos, sindicatos, asociaciones empresariales, representantes de la Iglesia, y partidos y asociaciones del entorno de la banda.
Además, también han contactado con la propia organización terrorista, quien habría trasmitido a esta comisión que seguiría comprometida con la declaración de alto el fuego que hizo pública en enero de 2011 y con su comunicado de cese definitivo del terrorismo hecho público el pasado mes de octubre.
La CIV está conformada por un grupo de cinco supuestas personalidades internacionales elegidas por el mediador sudafricano Brian Currin, con el objetivo de verificar la intención de ETA de abandonar las armas y llegar a un escenario de final del terrorismo sin vencedores ni vencidos.
En un comunicado remitido a los medios de comunicación, sus miembros recuerdan que "ETA sigue siendo una organización clandestina y armada" y que, por tanto, "sigue cometiendo actos ilegales como la falsificación de documentos y el mantenimiento de arsenales". "A pesar de que estos actos son ilegales, no están necesariamente relacionados con la preparación de actos violentos", añaden.
Como si de unos educadores refiriéndose a niños se tratase, advierten a los terroristas del peligro que suponen las armas: "La CIV ha comunicado a ETA que la posesión continuada de armas y explosivos —especialmente llevar armas personales— puede dar lugar a situaciones potencialmente peligrosas".
Por último, llama a actuar de forma "comedida y responsable" ante los últimas actos de terrorismo callejero que se han vivido en la comunidad vasca, y que fueron censurados por la casi totalidad de los partidos vascos y por la cuestaciones populares para las familias de los presos de ETA que cumplen prisión, y para las que se ha extorsionado a pequeños comerciantes.
El comunicado de los mediadores de Brian Currin lleva apenas veinticuatro horas después de que las Fuerzas de Seguridad francesas detuviesen en la localidad francesa de Urrugne, a unos pocos kilómetros de la frontera franco-española, al terrorista de ETA Ernesto Prat Urkainzi. Esta detención era la cuarta de 2012, después de la detención a mediados de mes de otros tres terroristas en las cercanías de París.