El programa estrella de la Junta de Andalucía, plagado de irregularidades

La fiscalización de las subvenciones del Programa de Transición al Empleo de la Junta de Andalucía (PROTEJA), de la Fundación Andaluza Fondo de Formación y Empleo (FAFFE), arroja un resultado escandaloso.

Textualmente, "cada curso del Programa de Transición al Empleo de la Junta de Andalucía (Proteja) ha supuesto un desembolso de 72.500 euros y un alumno del programa supone más de 12.000 euros, mientras que una hora de docencia ha costado 200 euros de media". Además, el grado de ejecución ha sido "del 31 por ciento", cifra bajísima, y se han encontrado irregularidades en el 84% de los procesos selectivos. En cuanto a las contrataciones, priman las contrataciones directas.

La FAFFE, cuyo nivel de amiguismo y clientelismo ha sido denunciado en numerosas ocasiones, contaba -en estos momentos ha dejado de existir formalmente y se ha incrustado en la Administración andaluza como Agencia Andaluza de Empleo- con 52 centros, entre propios y gestionados, repartidos por todo el territorio andaluz. De éstos, ocho son las sedes de las gerencias provinciales, situadas en cada una de las capitales de provincia de la Comunidad Autónoma. La plantilla media de la FAFFE ascendía a 1.870 trabajadores en 2009, habiendo experimentado un aumento del 16% respecto al ejercicio anterior.

Como complemento al Plan E de Zapatero, en la Comunidad Autónoma de Andalucía, con carácter complementario al fondo estatal, se aprobó mediante Decreto-Ley 2/2008, de 9 de diciembre el PROTEJA, tramitándose como proyecto de ley y posteriormente aprobándose en la Ley 3/2009, de 28 de mayo. El Programa tenía como finalidad la generación y el fomento del empleo. Con una dotación económica de 360 millones de euros debía servir para inversiones que se configurasen como contratos de obras generadoras de empleo en los municipios andaluces y acciones formativas para el personal empleado en dichas actuaciones. El programa fue ampliado en 225 millones más en 2010.

El fin último del PROTEJA era la reorientación profesional y la generación de empleo a personas demandantes procedentes del sector de la construcción mediante su capacitación para el desempeño de otras ocupaciones vinculadas a sectores productivos emergentes que contribuyan a la competitividad de la economía andaluza.

Irregularidades de los procesos selectivos

Según la Cámara de Cuentas se han identificado debilidades del procedimiento en un 84% de los procesos selectivos analizados, respondiendo a la siguiente casuística:

• La selección final no se justifica suficientemente (44% de los procesos).
• Tras la revisión de los CV se entrevista únicamente a la/s persona/s que más tarde se contrata (22%).
• La baremación de la entrevista y los currículos consiste en una calificación sin que haya evidencia de las directrices seguidas para su cuantificación (11%).
• No hay preselección de CV, al coincidir el número de éstos con los puestos vacantes a cubrir (7%).
• Se producen varias de las irregularidades detectadas en un mismo proceso en un 16% de los casos.

La actividad no es cuantitativa ni económicamente importante, siendo la inmensa mayoría adjudicada de modo directo por razón del importe.

El alcance respecto al importe económico del total de contratos no ha podido ser cuantificado por no haberse aportado el mismo.

Coste por curso y por alumno realmente altos

Cada curso PROTEJA ha supuesto un desembolso de 72.500 miles de euros: más de 12 millones de pesetas, costando cada alumno 2 millones de pesetas. La hora de docencia media ha ascendido a 200 euros de media.

Además, el grado de ejecución del Programa no alcanza un tercio de su previsión. Este nivel se considera escaso, habida cuenta de que su plazo de ejecución finaliza en el ejercicio 2011 y que ya resultó disminuido en más de un 31% respecto a los 60 millones de euros iniciales en el primer año de desarrollo. Sin esta minoración, el porcentaje actual del 30% se reduciría en 10 puntos.