El segundo juicio contra el juez Baltasar Garzón por declararse competente para investigar la Guerra Civil y el franquismo comenzó este lunes con las cuestiones previas propuestas por las partes. Como ya ocurriera la semana pasada durante el juicio por las escuchas ilegales en prisión a los imputados por el caso Gürtel, Garzón se ha vestido con la toga y se ha sentado en el estrado junto a su abogado, Gonzalo Martínez Fresneda.
Durante la vista, la defensa de Garzón pidió en primer lugar la nulidad de todas las actuaciones, y por lo tanto, de la causa al creer que el escrito de las acusaciones populares ejercidas por el sindicato Manos Limpias y la asociación Libertad e Identidad son "inservibles" como para sentar al juez en el banquillo. Asimismo, el letrado ha apoyado que se aplique la doctrina Botín -que permite sólo a la acusación particular llevar a juicio a un imputado- y que por lo tanto inhabilitaría a las acusaciones populares en este procedimiento.
Asimismo, el abogado Martínez Fresneda ha criticado duramente a las acusaciones y ha subrayado que sus escritos fueron un "corta y pega" del auto dictado previamente por el instructor de este procedimiento, el magistrado del Tribunal Supremo, Luciano Varela. Además, la defensa ha tenido duras palabras para este juez ya que ha llegado a decir que "el instructor vulneró normas básicas del procedimiento y perdió su imparcialidad" cuando investigó a Garzón.
Por último, el letrado ha señalado que Baltasar Garzón no cometió "ningún delito" de prevaricación ya que "las resoluciones que dictó no pueden considerarse injustas porque hay muchas personas dentro y fuera de esta Sala que las comparten".
Por su parte, las acusaciones particulares han vuelto a pedir que se aparte del tribunal al juez Perfecto Andrés –extremo que el Alto Tribunal ha rechazado hasta en dos ocasiones- mientras consideran que las cuestiones previas planteadas por la defensa de Garzón "ya han sido resueltas" en la fase de instrucción.
Asimismo, el letrado de la acusación Joaquín Ruiz Infante ha señalado que sí tienen legitimación para ejercer de acusación popular ya que en el delito de prevaricación "se defiende un interés público". El abogado también ha enfatizado en que lo que ahora se juzga es una "cuestión de legalidad", a la par que ha querido mostrar "un profundo respeto hacia las víctimas de unos crímenes horrendos" sufridos durante la Guerra Civil y el franquismo, en referencia a los colectivos de la Memoria Histórica.
Por su parte, el Ministerio Fiscal, representado por Luis Navajas, ha mostrado su apoyo total al juez Garzón y ha pedido al tribunal presidido por Carlos Granados que archive la causa y anule el procedimiento. La razón principal de la Fiscalía es que la acusación popular es "incapaz" de abrir en solitario el procedimiento y su presencia en la causa es "meramente adhesiva". "Sólo tiene facultades de apertura del procedimiento si se ve acompañada por el fiscal o la acusación particular", ha añadido Navajas.
Asimismo el fiscal ha pronunciado duras palabras contra el instructor de esta querella, contra el magistrado del Supremo Luciano Varela, al que ha acusado de tener una actuación "absolutamente insólita e insostenible". Asimismo, el fiscal ha criticado que el instructor "colaborara en delimitar el objeto del proceso, actividad que le está vedada".
Por su parte, la llegada del magistrado Baltasar Garzón a la sede judicial se ha convertido de nuevo en un espectáculo. El juez –suspendido de sus funciones- ha llegado a las 10.14 horas al alto tribunal, al que ha accedido por una puerta trasera y en medio de un gran tumulto de cámaras, fotógrafos y defensores de su causa que lo han vitoreado y aplaudido.
Muestras de apoyo al juez
A su entrada, varios centenares de personas se habían concentrado a las puertas del Tribunal Supremo con banderas de la República y fotografías de fusilados por Franco para mostrar su respaldo al juez, al que han recibido con gritos de "Algo huele mal en este tribunal" o "Garzón amigo, el pueblo está contigo".
Al igual que el martes pasado, Garzón ha contado con el apoyo de los jueces de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz, Fernando Andreu, José Ricardo de Prada, Javier Martínez Lázaro, Ramón Sáez y Clara Bayarri, así como de la fiscal Dolores Delgado, con los que se ha abrazado antes de que comenzara la primera sesión del juicio.
También se han dado cita en la concentración el coordinador general de Izquierda Unida (IU), Cayo Lara; el diputado de la formación Gaspar Llamazares; el exfiscal Anticorrupción Carlos Jiménez Villarejo y la actriz Pilar Bardem.
Durante la protesta, en la que la Policía ha pedido identificar a los asistentes, los concentrados han coreado consignas como "Tribunal Supremo, Suprema impunidad", "Ni orgullo ni perdón, verdad, justicia, reparación", "Hay que juzgar al franquismo criminal", "Vergüenza, vergüenza" o "Tenemos memoria, queremos justicia.
Garzón se enfrenta a una pena de inhabilitación de hasta 20 años solicitada por las acusaciones populares, que ejercen el sindicato Manos Limpias y la asociación Libertad e Identidad. La vista se retomará el próximo día 31 cuando el tribunal resuelva las cuestiones previas planteadas por las partes. De la decisión de la Sala depende que el juicio se continúe celebrando en lo sucesivo o, por el contrario, que el tribunal estime las peticiones de la defensa y el Ministerio Fiscal y cierre la vista.