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Los fans abandonan a Garzón en el segundo día del juicio

Ni Pilar Bardem ni Llamazares se acercaron hoy a llamar "fascistas" y "nazis" a los magistrados que lo juzgan.

El juez Baltasar Garzón ha acudido este miércoles sin apenas apoyo en la calle a la segunda jornada del juicio que se sigue contra él en el Tribunal Supremo por cometer presuntamente un delito de prevaricación al autorizar las escuchas de los imputados de la trama 'Gürtel' con sus abogados en prisión.

El magistrado, que ha llegado a pie a la sede del alto tribunal alrededor de las 10:15 horas, ha entrado por la puerta principal del Supremo, donde sólo se habían congregado algunos cámaras y periodistas que están cubriendo el desarrollo de la vista oral. Dos mujeres, eso sí, han lanzado tímidamente dos gritos de apoyo al juez diciéndole: "Ánimo, Garzón".

Durante la primera jornada de la sesión, que se celebró este martes, unas 50 personas de la plataforma Solidarios con Garzón se concentraron frente al Supremo para denunciar "la impunidad de la dictadura franquista". Los manifestantes, entre los que se encontraban el diputado de IU Gaspar Llamazares y la actriz Pilar Bardem, aplaudieron al juez y llamaron "nazis y fascistas" a los abogados que lo acusan.

El tribunal, presidido por el magistrado Joaquín Giménez, tomará declaración este miércoles a seis testigos, entre ellos el policía nacional que realizó la grabación de las entrevistas entre los letrados y los principales encausados de la red delictiva Francisco Correa, Pablo Crespo y Antoine Sánchez.

Esta comparecencia ha sido propuesta por las partes de la acusación, que piden penas de multa e inhabilitación especial de 10 a 17 años por un delito continuado de prevaricación y otro de uso de artificios de escucha y grabación con violación de las garantías constitucionales.

Además, el Supremo escuchará el testimonio de tres agentes de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF), del funcionario del juzgado de Garzón liberado para el caso Gürtel,  Vicente Maroto, y del exfiscal de la Audiencia Nacional y abogado del empresario José Luis Ulibarri, Ignacio Peláez, autor de la querella inicial que dio lugar a este procedimiento.

La defensa de Garzón, ejercida por el abogado sevillano Francisco Baena Bocanegra, ha solicitado la declaración del comisario jefe de la UDEF y de dos funcionarios de esta unidad para preguntarles las razones por las que solicitaron 'pinchar' las conversaciones entre los abogados y los imputados de la Gürtel.

El tribunal ha señalado tres sesiones para celebrar el juicio por las escuchas de la Gürtel y pretende escuchar, en principio, las comparecencias testificales este miércoles, sin perjuicio de que puedan extenderse a días posteriores.

Además, ha aceptado la audición a puerta cerrada de algunas de las conversaciones que fueron intervenidas siempre que las partes justifiquen su interés para la causa y acoten los fragmentos relevantes. En la primera sesión también ha admitido la testifical del funcionario Vicente Maroto, que alertó a algunos letrados de que sus comunicaciones estaban siendo grabadas.

No obstante, los magistrados han rechazado las cuestiones previas relativas a las recusaciones de los magistrados Luciano Valera -instructor de la causa abierta por la investigación de los crímenes del franquismo– y Manuel Marchena -instructor de los cobros de Nueva York– alegando que "ya han sido resueltas" con anterioridad.

Los jueces también se han opuesto a que la Sala del 61 actúe como tribunal de apelación en caso de condena, como solicitaba la defensa, ya que la legislación vigente no lo contempla "guste o no guste" y corresponde al poder legislativo la reforma de los textos legales.

El tribunal se encuentra formado por los magistrados Joaquín Giménez, Luciano Varela, Manuel Marchena, Andrés Martínez Arrieta, Francisco Monterde, Juan Manuel Berdugo y Miguel Colmenero, quien será el ponente de la sentencia sobre las escuchas de la Gürtel.

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