Vamos D. Federico, que encuentra por esas carreteras de dios, al susodicho
con el coche volcado y comenzando arder, y se le crea disyuntiva de soplar o sorber.
Por aquello que dijo el Sr. Gomez de Liaño , cuando alguien se considera dañado por la justicia, solo le queda el recurso de venganza. Mas o menos.