Gustavo Alberto Newton Herrera, testaferro panameño de Iñaki Urdangarín, otorgó plenos poderes a Diego Torres para que vaciara la tapadera que habían creado en Belice. A través de ella, desviaron 650.000 euros de Noós, tal y como acredita un documento que ha sido intervenido por la Policía Judicial, según informa El Mundo.
Torres y Urdangarín contrataron a este ciudadano panameño para que figurara como propietario oficial de los fondos desviados desde las arcas de Nóos al extranjero, usando para ello una sociedad barcelonesa especializada en el montaje de estructuras societarias fiduciarias a nivel internacional, llamada Brazton Consulting. Así, Newton Herrera hace de "hombre de paja" en Belice -por apenas 150 euros mensuales- , y evita que el duque de Palma o su socio aparezcan en la información pública de las entidades usadas por Noós para evadir capitales.
Este testaferro se aseguró de que Diego Torres pudiera disponer del dinero previamente colocado en el paraíso fiscal a través de un entramado societario que gravita en torno a la empresa De Goes Center for Stakeholder Management.
El documento en el que se rubrica este acuerdo faculta a Torres "de manera indefinida" a llevar a cabo cualquier tipo de "transacción financiera" y así poder "confeccionar, recibir, firmar, endosar, formalizar, certificar, entregar, depositar y poseer cheques, letras de cambio, notas de crédito, pagarés o certificados de valores".
Incluso podría "tomar en préstamo cantidades de dinero, emitir y suscribir reconocimientos de deuda" o "tener libre acceso a cajas de seguridad a las que tenga acceso la compañía" y queda legitimado para "cobrar, ingresar y traspasar efectivo" y "abrir, continuar, liquidar y operar cualquier tipo de cuenta bancaria" en cualquier país.
Iñaki Urdangarín y su socio crearon De Goes Center en España y Londres. La filial española la adquirieron a través de una fundación para ayudar a niños marginados y enfermos de cáncer, pero que usaron para evadir capitales. Poniendo las participaciones de la entidad inglesa a nombre de una sociedad de Belice, llamada Blossomhill Asset Inc., disimulaban las operaciones realizadas. Además, pusieron al final de la cadena a la empresa Skyline Associates Corp. como administradora de Blossomhill y también de De Goes Center. El Instituto Nòos contrató por asesorías que nunca se realizaron a estas entidades, poniendo así el dinero a buen recaudo en Belice, de donde Diego Torres podía disponer libremente.