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Aznar: "No puedo explicar mi vida sin Manuel Fraga"

La Familia Real, el PSOE y, cómo no, el PP. El Estado rinde tributo a Manuel Fraga. No hubo capilla ardiente en las Cortes y su entierro será íntimo.

Entrevista de César a Florentino Portero y Emilio Campmany

El audio empezará a sonar cuando acabe el anuncio

La familia del Partido Popular está de luto mientras el resto de la clase política -salvo contadas excepciones- le rinde un respetuoso homenaje. También el Rey Juan Carlos y el Príncipe Felipe. Frío intenso y lluvia fina para despedir, en su domicilio, a don Manuel; “irrepetible” en voz de todos.

No hubo capilla ardiente en el Congreso o en el Senado, Cámaras de las que formó parte. Tampoco en el palacio de la Xunta de Galicia, de la que fue por tres veces presidente. Los suyos quisieron intimidad, y el Estado se amoldó a sus planes. La calle 'Fernando el Católico', donde se encuentra la residencia Fraga, se convirtió en el centro de la noticia.

A los grandes de la clase política les recibió la familia. Sus cinco hijos, incluida Isabel, quien hizo de médico de cabecera del histórico político hasta el último minuto. Hasta que, pasadas las diez de la noche del domingo, descansó en paz. Por la tarde, monseñor Rouco Varela ofició una misa privada. Ya el martes, Fraga será enterrado, a eso de las cinco de la tarde, en Perbes, La Coruña. Allí se encuentra la casa de su vida, aquella a la que acudía para que no se le olvidara lo que es Galicia. Será en la más estricta intimidad.

Intimidad. Eso es lo que pidió desde el primer momento la familia. Pero, en alguien como Fraga, tal extremo sólo se consiguió a medias, y durante horas fueron decenas los medios de comunicación apostados en su residencia madrileña. La retahíla de coches oficiales se hizo visible desde primera hora.

Muy temprano llegó Mariano Rajoy, cuya relación con Fraga no era especialmente entrañable, si bien al final ganó el lado humano. Muy serio, el presidente del Gobierno destacó del padre de la Constitución que fue "un hombre clave en la Transición española, uno de los momentos más decisivos de los últimos años".

"Todos sentimos mucho la muerte de Manuel Fraga, y ahí está ya en la historia de España, como uno de los grandes del pasado siglo y de este en el que estamos", sentenció, en compañía de María Dolores de Cospedal. Atrás quedaron sus desavenencias en los órganos del PP, cuando el presidente fundador le replicaba en constantes ocasiones. Ése partido, al que “fue sumando fuerzas durante mucho tiempo” hasta convertirlo en la formación “que hoy cuenta con el apoyo de la mayoría de los españoles”.

Jesús Posada, Jaime Mayor Oreja, Adolfo Suárez Illana, Ana Palacio, Soraya Sáenz de Santamaría, Pío García Escudero -su último jefe, en el Senado-, su amigo Juan José Lucas… También Alberto Ruiz Gallardón, su pupilo. "Es un adelantado a su tiempo, un hombre enamorado de España y de la vida, que ha sabido advertir los cambios del mundo", solía decir el hoy ministro, que no pudo contener su emoción. “Siempre donde estuvo dejaba un espacio de libertades superior al que había encontrado”, declaró, definiéndole “un reformista, no un revolucionario”.

“Fue un hombre bueno que trabajó como pocos y cuando más difícil era. No puedo explicar mi vida, la parte más importante de mi vida, sin Manuel Fraga”, destacó, en los alrededores de su casa, José María Aznar. “Todos los españoles deberán saber que su nombre aparecerá en mayúsculas en los libros de historia de España, pues forma parte ya de sus grandes figuras”, añadió. Junto a él, Ana Botella. Los tres compartieron largas veladas en momentos del partido mucho más turbulentos a los actuales.

Un “sentimiento de profundo dolor y pesar” que también transmitió Esperanza Aguirre, con quien Fraga también tuvo algún encontronazo por culpa de Gallardón. Un “gran patriota” que hace de su fallecimiento “una pérdida para todos”, afirmó, en declaraciones a los periodistas.

Ejemplo de su papel clave para el país es que también varios dirigentes socialistas se trasladaron a 'Fernando el católico', así como personalidades como Pascual Sala, presidente del Tribunal Constitucional. “Supo cambiar, adaptarse a la democracia y llevarse con él a un sector de la derecha más dura del franquismo que acabó plenamente incorporado al sistema democrático”, destacó Alfredo Pérez Rubalcaba. Junto a él, el gallego José Blanco, que destacó “su labor como presidente de la Xunta. Dio prestigio y entidad para reforzar su autogobierno y un impulso muy importante, al servicio de los gallegos”.

Poco después de las 15.30 horas hizo aparición la comitiva real. Don Juan Carlos y Doña Sofía llegaron directamente desde el Palacio Real, donde se celebró la ceremonia de entrega del Toisón de Oro al presidente francés, Nicolas Sarkozy, y un posterior almuerzo. Una afligida Infanta Elena se unía a sus padres poco después.

En Galicia, su tierra, el dolor es oficial: habrá tres días de luto, según decretó el Gobierno de Alberto Núñez Feijóo.

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