El Grupo de Blanqueo de Capitales de la Policía Nacional ha realizado un informe que ha remitido al juez que sitúa a Iván Chavés, hijo del expresidente andaluz y presidente del PSOE, como eje de una red delictiva de "tráfico de influencias" por sus negocios con la Junta de Andalucía cuando era presidida por su padre.
Según informa El Mundo, los investigadores consideran que los contratos con adjudicatarias de la Administración andaluza podrían encajar no sólo en el delito de tráfico de influencias sino también en el de cohecho.
Por ello, el informe asegura que los contratos mercantiles que el hijo de Chaves denunció que le habían robado son pruebas de la existencia de una red de empresas y testaferros en cuyo centro estaría Iván Chaves. El fin era conseguir, a cambio de comisiones, suculentos contratos de la Junta gracias a la situación de su padre.
Los policías que han rastreado los documentos supuestamente robados, según Chaves, no dudan en utilizar el término "corrupción" en el atestado para referirse a la actuación del hijo del socialista.
De este modo, el informe asegura que en estos supuestos hechos delictivos estarían implicados tanto Iván Chaves como "terceros". Se apunta a que los testigos a los que tomaron declaración, excepto una exempleada, "tienen interés directo" en los negocios de Iván Chaves "por su implicación en esos mismos hechos". Éstos serían algunos socios y amigos y con los que también se buscaba "que se facilitase el acceso a la Administración andaluza".
Sin embargo, la causa que tramita el Juzgado no investiga de momento estos negocios de Chaves sino que se centra en la supuesta sustracción de los documentos. La presunta trama de tráfico de influencias deriva de las pesquisas realizadas para esclarecer el robo. Según los investigadores habría sido simulado para invalidar pruebas en su contra.
Cocaína con el dinero de los ERE
Mientras tanto, Juan Francisco Trujillo Blanco, chófer del ex director general de Trabajo de la Junta de Andalucía, Francisco Javier Guerrero, ha declarado a la Policía Judicial que dedicó "a comprar cocaína" para él y para el alto cargo socialista. La "mayor parte" de este dinero era de los 900.000 euros en subvenciones a cargo del fondo de reptiles utilizado para pagar los ERE fraudulentos.
Ante los agentes, el chófer admitió haber recibido dos ayudas de 450.000 euros cada una para las empresas Iniciativas Turísticas Sierra Morena y Lógica Estratégica Empresarial. Sin embargo, reconoció que la mayor parte del dinero no fue a parar a tal fin. Dice que lo dedicó a "comprar cocaína para su jefe y para él". Además, otra importante cantidad de dinero se la habría dado a Guerrero "en mano".
"También, a solicitud del señor Guerrero, le compró varios efectos, tales como material de telefonía, artículos de música, antigüedades, ropa y otros, siempre a solicitud de su jefe", asegura Trujillo en el atestado que reporduce el diario ABC. Igualmente, admite que otra parte del dinero del fondo de reptiles sirvió para "abonar otros gastos como ir de fiestas y copas".
El chófer asegura que fue el propio ex director general de Trabajo de la Junta el que le animó a pedir subvenciones y le indicó la forma de hacerlo. "Una tarde, en un local de copas a los que era muy aficionado el señor Guerrero y a los que finalmente el dicente acabó afianzándose también, el señor Guerrero le comentó la potestad que él tenía como director general para conceder subvenciones indiscriminadamente y sin necesidad de justificar nada", asegura en su declaración. El ex alto cargo de la Junta le dijo que le diera "nombres para concederles unas subvenciones" o que "creara unas empresas para así podérselas conceder a él".