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Rubalcaba promete ahora que el PSOE "volverá a ser un partido nacional"

Compañero del presidente del Estatut y la nación "discutida y discutible", Rubalcaba habla ahora de un PSOE "nacional". Los aludidos, Chacón y su PSC.

En una abarrotadísima sala de la sede de UGT de Madrid, Alfredo Pérez Rubalcaba ha presentado su candidatura a la secretaría general del PSOE, de cara al 38º Congreso de la formación que se celebrará en Sevilla. Arropado por dirigentes afines como Trinidad Jiménez o Valeriano Gómez y otros afines a su rival, Carmen Chacón, como Tomás Gómez o José María Barreda, a ellos les ha dirigido la primera mención velada de su discurso: "Yo no he llamado a nadie. Todos los que estáis aquí es porque habéis querido. Os lo quiero decir a los que quiero que me votéis y a los que estoy casi seguro que no lo van a a hacer".

Primeras palabras para la UGT, de la que ha dicho ser afiliado desde hace treinta años y pagar su cuota religiosamente: "Me siento como en mi casa. Os pido colaboración, ayuda, participación en hacer un proyecto que es de la familia", ha dicho.

En su intervención ante militantes y simpatizantes, dijo que había llegado a la política "para ser útil a la sociedad". Y lo más útil para ello, dijo, "era entrar en el PSOE". "Creo que he cometido errores, pero nadie me podrá negar nunca que no me he enfrentado a un problema, que nunca me he enfrentado a un reto. Y en eso estoy: en ser útil a mi país y a mis ideas. Las mismas que me trajeron a vosotros el 9 de julio", ha dicho.

Sobre su decisión, ha indicado que él es una persona "muy reflexiva" y que la ha "meditado mucho" y "hablado con mucha gente". "Me he preguntado tres cosas: ¿Tengo ideas, tengo fuerzas, tengo ilusión? Las tengo", ha proclamado.

Alusión a 'los adversarios'

Sobre sus futuros contrincantes, ha advertido, sin citar nombres, que sus adversarios no están en el partido socialista: "Llevo muchos años en política y os puedo garantizar que se distinguir perfectamente entre mis adversarios y mis compañeros y en el PSOE yo no tengo adversarios. Sólo tengo amigos", decía un Rubalcaba que aludía más directamente a su ya eterna rival, Carmen Chacón, al desterrar su consigna y la de sus afines. "No voy a entrar en ese debate de las ideas y de las personas porque yo estudié Platón hace muchísimo tiempo y ya lo tengo superado".

Volvía a insistir en que "yo no tengo rivales en el PSOE sino compañeros y compañeras que coinciden en lo fundamental pero podemos discrepar en cómo alcanzarlo". Aclaraba que este será su modus operandi respeto a sus rivales en la carrera por la Secretaría General del PSOE: "Respeto a las personas y discusión libre de las ideas. Respeto, tolerancia y no olvidar que son compañeros y compañeras y, al final, los que eligen son los militantes".

Dardo al PSC y a Chacón

La idea fuerza de su discurso ha llegado al hacer la promesa de que su partido "volverá a ser un partido nacional, que vertebre España", aunque aclaró que "nada tiene que ver con una revisión del sistema autonómico" porque "somos los padres de la criatura". Su objetivo, ha dicho, es que "todos estemos cómodos" y que el partido "recupere sus señas de identidad" para "ser capaz de vertebrar una España que es plural". 

"Necesitamos un partido que tenga presencia y capacidad en todas las comunidades de España. Necesitamos recuperar lo que fuimos: un partido nacional que diga lo mismo en todas las comunidades autónomas y, lo que es mas importante, que los ciudadanos entiendan que dice lo mismo. Y eso ultimamente, compañeros y compañeras, tenemos que reconocerlo: se nos ha olvidado", decía quien hasta hace cinco meses ocupaba tres cargos en el Ejecutivo socialista y respaldaba desde Moncloa desde el desacato del PSC de Montilla a las sentencias del Tribunal Constitucional sobre el modelo lingüístico.

Fue también Rubalcaba quien, a partir del 9 de julio, tras su proclamación como candidato a La Moncloa, visitó todas las federaciones de España, incluida el PSC, donde alabó las políticas del partido filial del PSOE y lanzó guiños al PSC. "¡Qué envidia por ser bilingüe!", exclamó una vez, mirando a Chacón y José Montilla.

Aún más recientes son sus actos de precampaña en Cataluña para las generales. En uno de ellos, llegó a prometer que cambiaría la ley para que el Tribunal Constitucional no pudiera modificar Estatutos aprobados previamente en referéndum.

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