Qué pena que hasta el PP elija algunos ministros no buscando el máximo beneficio a España, sino primando promesas personales o premiando labor o fidelidad en el partido o en la tarea propia de Rajoy; o teniendo en cuenta la relación de amistad. Es penoso que esto siga pasando.
Cuando aprenderán los políticos que lo son porque los españoles les han votado, y están ahí para REPRESENTARLES. Su foco debe estar en los mejores intereses para ESPAÑA, no en el Partido, la amistad, la fidelidad personal, etc. Rajoy, madura más!
Nos queda una esperanza, que con el tiempo, cambie a Gallardón por incompetente o problemático. Los cambios siempre están listos para eso.
El nombramiento de este sujeto trunca cualquier posibilidad de regeneración de la vida judicial, como asimismo el de Interior de la vida policial. Y, juntamente con la cuestión económica, es lo primero que debía hacer el PP -ó ¿PPOE?-, limpiar las cloacas judiciales y policiales. Un fraude a España y a muchos votantes, por lo menos para mi y para todos a los que he preguntado su opinión sobre estos dos nombramientos.
La primera, en toda la boca.
Gallardón elogia a uno de los mayores delincuentes constitucionales de la Psoe, también conocido por sus apariciones conjuntas con nazionalistas gallegos exigiendo la erradicación del español en la enseñanza de esa comunidad autónoma.
¡En PRISA ya se les hace el culo pepsicola!
Gallardón: ¡Eres muuuuuuuuuuuy buuueno!