Mariano Rajoy da un paso en firme en la lucha contra la banda terrorista ETA y sus ramificaciones políticas. Su eje gubernamental no girará en este sentido, de hecho se encargó de recalcar ante el Rey -y luego ante los periodistas- que sus prioridades son el control del déficit público, la aplicación de reformas económicas "no gratas" y una política exterior que devuelva a España a la primera división. Pero, dicho esto, el presidente en ciernes advirtió a las marcas herederas de Batasuna, siempre a su estilo, que estará vigilante.
Y su primer paso no pudo ser más concluyente: dar un sonoro portazo a Amaiur al no permitirle formar grupo propio en el Congreso de los Diputados, en una lectura rigurosa del Reglamento. La orden fue directa del propio Rajoy; de hecho "nada se mueve" en el PP si él no da su plácet. Tampoco habrá fotografía con la coalición, excluida de la ronda de contactos que el inminente presidente está manteniendo con las formaciones políticas. Es, de facto, un intento de excluirlos de la vida política, pero sin hacer ruido, marca de la casa de Rajoy.
El Congreso da la razón al PP
El equipo jurídico de la Cámara Baja dio la razón al PP: la peripecia de Amaiur, intentando hacerse con el grupo sólo contando a sus seis representantes por el País Vasco y excluyendo al de Navarra, no casa con las normas. En otras palabras: "No parece razonable la posibilidad de excluir los resultados obtenidos por esa formación en una determinada circunscripción, ya sea por ausencia de la forma del diputado elegido en dicha circunscripción, ya sea porque dicho diputado no ha perfeccionado aún su condición".
La Mesa de la Cámara, que retrasó hasta en tres ocasiones el inicio de la reunión, no despachó el asunto hasta cerca de las once de la noche. Hasta entonces, los populares intentaron lograr unanimidad, pero el PSOE se desmarcó aduciendo que los informes judiciales eran "poco claros, no consistentes". Se quejaron, concretamente, de que no tenían membrete del Congreso, fruto de las prisas porque la coalición presentó su petitoria ya entrada la tarde.
Así las cosas, los tres miembros socialistas, Javier Barrero, Carmela Silva y Teresa Cunillera, decidieron abstenerse. También el diputado de CiU, Jordi Jané. Sin embargo, los cinco votos del PP fueron suficientes, y ahora los diputados de Amaiur tendrán que pasar al Grupo Mixto, a la espera del recurso (que se resolverá como máximo el lunes) o de que la marca Batasuna se alíe con otras formaciones, como ha hecho Unión Progreso y Democracia.
Motivos "jurídicos, no políticos", afirman, a cual mantra, desde el recién constituido equipo de Alfonso Alonso, en respuesta a las acusaciones de Amaiur, que sigue sin condenar el terrorismo de la banda terrorista. Hasta cuatro veces se le preguntó a su portavoz, Javier Mikel Errekondo, tras su encuentro con don Juan Carlos, y en ninguna de ellas contestó.
Esta es una de las razones que esgrime la formación de Rajoy para insistir en que la coalición no da esos pasos para ceder en el pulso: sigue sin censurar a ETA y no pide perdón a las víctimas de la barbarie. Pruebas a recopilar a cual hormiguita, con el plus de que, a partir de ahora, Fiscalía y Abogacía del Estado sí estarán pendientes de los pasos tanto de Amaiur, como también de Bildu.
"Mi posición es la misma de siempre"
Un compromiso al que, a su manera, también llegó Rajoy, en su primera valoración en clave antiterrorista desde los comicios del veinte de noviembre. En una rueda de prensa tras despachar con el monarca, el que está llamado a ser jefe del Ejecutivo afirmó: "Cuando tengan datos que consideren suficientes para interponer un recurso que puedan tener éxito lo haremos", y ésta será la vía para que el Gobierno inste a la ilegalización, sin entrar a valorar la fórmula de Rosa Díez.
"Mi posición es la misma que he mantenido, la misma de siempre", insistió, a fin de disipar unas dudas que sabe que existen, incluso, en sectores de su propio partido, que reclaman más firmeza y menos ambigüedades. Casi a la par, Jaime Mayor Oreja auguraba el próximo paso del mundo etarra: convertir a Arnaldo Ortegi en candidato a lehendakari. "Mi obligación es decir la verdad, aunque sea muy duro, y aunque en ocasiones lleve a la soledad", añadió, en declaraciones a 13TV.
Rajoy lo tiene en cuenta, vigilará, pero la política antiterrorista no marcará su agenda. Así se lo transmitió al Rey, según su propia versión. En la conversación que mantuvieron, de cuarenta y cinco minutos de duración, le transmitió sus "prioridades" de la legislatura, con dos objetivos "capitales": crecimiento económico y creación de empleo.