La instantánea se producía en el regio salón de los pasos perdidos, en pleno corazón del Congreso de los Diputados. Una vez José Bono concluyó su discurso, los protagonistas se desperdigaron por la sala, pero José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy compartieron un espacio muy cercano.
Así las cosas, mientras que el presidente electo era de inmediato rodeado por personalidades e informadores, a Rodríguez Zapatero se le daba de lado hasta el punto de que recibió algún que otro empujón de aquellas personas que pretendían acercarse a Rajoy.
"La imagen final de una legislatura desastrosa", corroboró un diputado del PP, que captó visualmente la imagen e intentaba acercarse, como muchos, al líder de los populares, que en algunos momentos recibía saludos de hasta tres bandas diferentes. Largos minutos le esperó el Consejo General del Poder Judicial en pleno para poder despachar con él.
Entre las conversaciones informales que mantuvo Rajoy cabe destacar la que protagonizó con Elena Salgado, que también le informa personalmente sobre cómo se encuentran las cuentas. El propio Rajoy utilizó buenos calificativos para definir el traspaso de poderes.