Desde su alabado discurso en Génova y sus palabras desde el balcón para celebrar los resultados obtenidos el 20-N, Mariano Rajoy no ha vuelto a hablar en público. Son ya once días los que lleva callado el futuro presidente. Un silencio sólo roto por dos comentarios en Twitter.
El primer comentario llegó cuatro días después de la noche de la victoria. Firmado con sus iniciales, MR, signo de que está escrito por él mismo y no por su equipo, el líder del PP afirmó que estaba "trabajando intensamente en su objetivo: crear empleo y luchar contra la crisis". Mientras, se distribuían desde Génova imágenes de Rajoy en la oficina y un vídeo del líder de los populares de camino al despacho.
El segundo tuit se ha difundido este jueves y en él alude, de nuevo, a la lucha contra el paro: "Tras las reuniones con sindicatos y empresarios, trabajamos por un acuerdo para la reforma laboral. Objetivo: crear empleo. MR".
Por lo que se sabe de la agenda del líder de los populares, los días previos a su investidura están llenos de reuniones, llamadas telefónicas y citas con contenido esencialmente económico. Por Génova han pasado los representantes de los principales bancos del país y este mismo miércoles Rajoy dio los primeros pasos para una reforma laboral "urgente" con reuniones con Toxo, Rosell y Méndez. Para los próximos días, tiene previsto reunirse también con el PPE y con el grupo parlamentario, además.
Pero el líder del PP no ha comparecido en ningún momento para dar su opinión de los encuentros, que se ha conocido o bien a través de los interlocutores, o bien a través de comunicados de prensa. Tampoco ha trascendido lo que le ha dicho a los barones populares en su reunión de este jueves.
Mientras el líder de los populares sigue instalado en su mutismo, asalta la duda de si romperá su silencio antes del debate de investidura o si aún quedan diez días más para conocer su opinión sobre los últimos acontecimientos en el país.