El primero que no dimite, sino que se aferra a su cargo orgánico es José Antonio Griñán, que es el primer secretario general del PSOE andaluz en perder unas elecciones generales en su territorio. Su ejemplo impide que se produzcan los ajustes necesarios en las provincias andaluzas que han resultado perdedoras, algunas de forma escandalosa, ante el Partido Popular. En Almería, donde la diferencia con el PP es de 28 puntos, no ha dimitido todavía al secretario general, José Luis Sánchez Teruel y así sucesivamente en las demás provincias. La renovación necesaria para imposible.
De hecho, Teruel, que ha perdido además otro diputado en el Congreso, acaba de decir que esto es el principio de la remontada aludiendo a la subida de 7.000 votos en Almería capital respecto a las pasadas elecciones municipales y a la bajada de 2 puntos del PP en la capital, tras muchos años de mayoría absoluta ininterrumpida.
Tampoco ha dado signos de dimisión o de reconocimiento de responsabilidad Manuel Chaves, número 1 del PSOE de Cádiz, que ha perdido las elecciones por 15 puntos de diferencia ante Teófila Martínez, cabeza de lista por el PP gaditano. El caso de Chaves, que ha perdido casi 150.000 votos, es peculiar porque siempre ha formado parte del socialismo gaditano, arropado y aupado por el clan de Alcalá de la familia Perales-Pizarro, responsable de la interminable "tela de araña" tejida en la provincia con un índice de paro escandaloso e insoportable. Tampoco parece dar señales de dimisión el actual secretario general, Francisco González Cabaña, alias "Billy el niño", que tras haber perdido la Diputación en las pasadas elecciones, pierde ahora posiciones en el Congreso de los Diputados.
En Córdoba, el PSOE, con Rosa Aguilar y el propio Griñán a la cabeza política, perdió casi 50.000 votos y aunque las encuestas daban 4 escaños al PP por dos al PSOE, finalmente se produjo un empate a 3, empate usado ahora como excusa para no depurar responsabilidades. El secretario general del PSOE cordobés, Juan Pablo Durán, no relacionó la polémica inclusión de Rosa Aguilar en las listas del PSOE de Córdoba con la derrota.
En Granada el PSOE del veterano cabeza de lista Manuel Pezzi, ex consejero de Educación de la Junta de Andalucía, ha perdido nada menos que 80.000 votos. La secretaria provincial, Teresa Jiménez, ha dicho que el origen de esta derrota está en la crisis económica, paraguas salvador, al parecer, de sillones y cargos.
Según El Mundo, en Huelva se vende la derrota socialista como un "empate". Mario Jiménez, portavoz de Griñán y cabeza visible del PSOE onubense, tampoco da señal alguno de dimisión. El PP ha pasado de ganar en 3 municipios a ganar en 17 y en la provincia, ha ganado por 4 puntos al PSOE.
El PSOE de Málaga, envuelto en una profunda crisis internas con acusaciones mutuas entre diferentes sectores, tampoco da síntomas de que la derrota sufrida, la más grave de toda Andalucía, vaya a cobrarse alguna dimisión significativa. El PSOE ha perdido más de 130.000 votos pero su secretario provincial, Miguel Ángel Heredia, no quiere oír hablar de ceses ni dimisiones. Al contrario, pide unidad ante los malos datos.
Quizá es Sevilla donde el resultado para el PSOE ha sido peor y sin embargo, ha sido camuflado como el mejor. El PSOE ha visto reducida su diferencia de 300.000 votos respecto al PP a sólo 30.000 y sin embargo, Alfonso Guerra y su número dos, el ex consejero responsable de los primeros ERE fraudulentos, José Antonio Viera, al mismo tiempo secretario provincial, no reflejan signos de autocritica. Al contrario, han presentado los resultados como un triunfo de un PSOE sevillano muy sólido orgánicamente.