CiU ha logrado esta noche una histórica victoria en Cataluña. Los nacionalistas catalanes han conseguido uno de sus mayores anhelos: ser la primera fuerza política en unas Elecciones Generales. El hundimiento del PSOE en toda España ha sido especialmente acusado en Cataluña, donde su partido hermano, el PSC se ha desplomado por completo. De los 25 escaños de 2008, los socialistas han pasado a 14 (del 45,3% al 26,6% en porcentaje de votos. Mientras, de los 10 escaños de hace cuatro años, CiU ha pasado a los 16 de este 20-N (del 20,9% al 29,4%).
Mientras tanto, el PP logra subir de 8 a 11 escaños y del 16,4% al 20,5% de porcentaje. Es un incremento importante pero que se queda por debajo del que indicaban algunas encuestas y de las mejores expectativas de los populares catalanes.
Los otros dos partidos de la región con representación parlamentaria se mueven en direcciones opuestas: ICV-EU pasa de 1 a 3 escaños, en línea con la marea ascendente de IU en toda España. Por su parte, ERC mantiene sus tres representantes, pese a que en estas elecciones se presentaba en una coalición independentista con Catalunya Sí y Reagrupament.
Estos resultados son especialmente dañinos para Carme Chacón. La número 1 del PSC era la gran alternativa a Alfredo Pérez Rubalcaba en el caso de que éste sacara unos muy malos resultados electorales, como así ha sido. Sin embargo, el desplome del socialismo catalán ha sido de tal magnitud que se hace difícil pensar que sea su cabeza de lista la que pase a encabezar el partido a nivel nacional.
Desde cualquier punto de vista, éste es un resultado muy duro para el PSOE. Cataluña, especialmente en las elecciones generales, siempre ha sido un granero de votos seguro para el socialismo nacional. En las últimos comicios, el PSC sacó al PP 17 escaños, mientras que la diferencia total en el Congreso era de sólo 15 a favor de Zapatero (169 a 154). Ahora, sólo 3 escaños separan a socialistas y populares en esta comunidad autónoma. Ni siquiera en el año 2000, fue tan estrecho ese margen.
Eso sí, tampoco para el PP es éste un resultado como para tirar cohetes. En medio de un completo desastre socialista, los populares catalanes no han sido capaces de rentabilizar la caída de su principal rival. CiU sube 9 puntos de porcentaje de voto, mientras el PP sólo gana 4 puntos. El discurso más conciliador con el nacionalismo catalán de Alicia Sánchez-Camacho no ha logrado igualar los resultados del PP en el año 2000: en aquel momento fueron 12 escaños y 22,68%.
