Cascos dice que los españoles no saben lo que hará el PP

"En Italia, el denostado -con algunas razones- Berlusconi, ha dejado un Presupuesto. Aquí, el que no se ha ido ni siquiera deja eso". Con esta directa alusión al legado de José Luis Rodríguez Zapatero se ha posicionado el líder de Foro, Francisco Álvarez Cascos, ante la difícil situación que vive España, horas después de que la rentabilidad del bono a diez años se situara en la zona de rescate. Cascos, que ha arremetido contra un PSOE "que prometió hace tres años el pleno empleo cuando llegaban los primeros síntomas de la crisis", no ha ahorrado críticas al que fue su partido, el PP: "No existe certeza de que se atrevan a hacer lo que España necesita" y eso se concreta, según el presidente del Principado de Asturias, en tres reformas básicas: la del mercado laboral, para acercarlo al alemán; la de los sectores eléctrico y de carburantes, para abrirlos a más operadores y la de la eliminación del monopolio ferroviario, para que aumente el exiguo porcentaje español de transporte de mercancías por tren. "¿Va a acabar el PP con el monopolio de RENFE?" se ha preguntado, en un desayuno informativo en Madrid, el que fuera ministro de Fomento en el último Gobierno de José María Aznar.

Sobre las perspectivas electorales de Foro para las elecciones del domingo, a las que concurre en Asturias y Madrid, Álvarez Cascos se ha mostrado confiado en que, como ocurriera en el Principado, las encuestas se equivoquen. Y por ello ha calificado de fraude la mera existencia del CIS, que en su último sondeo le otorgaba un diputado por Asturias. Asimismo, ha lamentado el veto informativo a sus candidaturas, con las excepciones, que ha querido citar en su intervención inicial, de Es Radio, Libertad Digital y el Grupo Intereconomía.

Haciendo gala de su deformación profesional como ingeniero, Cascos ha definido a su partido como una turbina que necesita de la energía de los votantes, como ocurrió en las autonómicas y municipales del pasado 22 de mayo. A su juicio, la campaña se ha convertido en un plebiscito en el que el PP ha intentado eliminar a los demás con sus referencias al voto útil. El presidente asturiano se ha comprometido a que su formación actúe como contrapeso de los nacionalistas, esos que piden "menos España". Y ha prometido luchar por un reforma del sistema electoral, aunque ha subrayado la dificultad de la tarea dado que está fijado en la Constitución. Su propuesta consiste en una reducción drástica de las circunscripciones, suprimiendo el representante fijo de cada provincia.