El presidente de honor del PP, José María Aznar, ha afirmado que, "operativamente, ETA está derrotada", pero "ha decidido cambiar de estrategia, no ha cambiado de objetivos" y ha insistido en que hay que fortalecer la seguridad y no dejarse caer en ninguna trampa.
Aznar ha protagonizado un mitin en Logroño, acompañado por el presidente de los populares riojanos y del Gobierno regional, Pedro Sanz; la alcaldesa de Logroño, Cuca Gamarra;y el cabeza de lista por el PP de La Rioja al Congreso, Conrado Escobar.
El expresidente del Gobierno ha añadido que lo que está diciendo ETA es que, como cambia de estrategia, los demás tienen que aceptar sus objetivos, pero cree que eso es "inaceptable", porque "tan rechazables son los medios como los objetivos y los fines".
"No podemos caer en ninguna trampa que nos ponga en peligro", ha subrayado Aznar, quien ha precisado que no es lo mismo ser un criminal que ser una víctima, y ha afirmado que los criminales tienen que cumplir íntegramente las penas y que "la ley no tiene excepciones".
Ha recordado que la Ley de Partidos está en vigor, que permitió la ilegalización de Batasuna y cuya aplicación no debería haber permitido la legalización de Bildu, que "es lo mismo que Batasuna y que ETA", ha apostillado.
Aznar, antes unas 3.500 personas, según el PP, precisó que a nadie se le puede pedir que acepte en su seno a quienes quieren acabar con la sociedad, con la democracia o con España. "No pueden pedirnos eso ni tenemos porque darlo en ningún caso ni pagar ningún precio, sino que paguen ellos por todo el daño que han hecho al país durante tantos años", ha aseverado.
Ha rechazado el discurso que indica que "como las armas están en un armario, todas las ideas son iguales", ya que ha defendido que no todas las ideas son iguales ni legítimas ni valen porque aquellas que quieren destruir la democracia no son válidas ni aceptables en un sistema democrático.
Aznar ha asegurado que la gran mayoría de los españoles ha decidido y ha apostado por un cambio político, que es indispensable para "enderezar las cosas de España". Ha insistido en que España es un gran país, pero no puede tener cinco administraciones para lo mismo, sino que hay que simplificar y "no organizar pequeños miniestados, cada uno con su vida y que cada día sea más complicado poder gobernar el conjunto", por muy buena voluntad que se ponga.
Aznar ha reconocido que vive la situación presente de España con una gran preocupación y con cierta esperanza en los cambios que hay que afrontar, por lo que no se puede mirar hacia otro lado porque el PP recibirá un "país agrietado", enfrentado en gran medida, "débil", con una economía "ruinosa", en estado límite desde el punto de vista económico e "irrelevante" en el ámbito internacional.
El expresidente cree que desde el 21 de noviembre hay que "remangarse", porque no vienen tiempos para medianías ni es tiempo de pesimismos, sino de realismo, de trabajo, de patriotismo y de hacer grandes cosas todos juntos.
"Tenemos que poner el país en marcha otra vez", según Aznar, para lo que hay que hacer reformas fiscales y laborales, y transformar el sistema productivo y todo lo que se pueda.
Y ha criticado que el candidato socialista al Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, plantee una moratoria ante la Unión Europea, cuando lo que hay que hacer, según él, es la postura contraria, como, por ejemplo, hacerlo en la mitad de tiempo.