En el PSOE ya se da por descontada la derrota en las elecciones y Rubalcaba no es el único dirigente que ya está pensado en la guerra por el control del partido tras el 20-N. Su principal rival en la carrera sucesoria, Carmen Chacón –forzada por el partido, tras las maniobras de Rubalcaba, a retirar su candidatura a las frustradas primarias para designar el candidato– no decía su última palabra, en aquella comparecencia llorosa en la que anunciaba su retirada.
En este contexto, las declaraciones de Chacón este miércoles en un desayuno-coloquio de 'El Periódico' en Barcelona parecen cualquier cosa menos inocentes. Al preguntársele sobre la posibilidad de que, mujer y catalana, pueda liderar el PSOE, la número uno del PSC por Barcelona, expresó su "sorpresa" por el revuelo que se generó en febrero cuando dijo aquello de que "España está preparada para una presidenta catalana" y añadió "a ver quién se atreve a decir lo contrario".
Después de lanzar este mensaje, Chacón dijo que no quería hablar sobre su futuro, recalcando que está totalmente centrada en el gran reto de las generales en Cataluña, y que desea implicarse y participar activamente en el congreso del PSC.
Chacón ha coincidido poco con Rubalcaba, y mantiene una campaña paralela en Cataluña como cabeza de lista del PSC. En la caravana del candidato socialista habrán tomado buena nota de las palabras de la ministra de Defensa, que se perfila como la gran rival de Rubalcaba tras el 20-N. Si, como todas las encuestas anticipan, el PSOE obtiene una importante derrota en las elecciones, esa misma noche comenzará la guerra abierta por el control del partido.
En ese mismo acto, Chacón ha abogado por una reforma del Senado, y, al preguntársele sobre el papel de los diputados del PSC en el grupo del PSOE en el Congreso, ha considerado "acertada" la propuesta que hicieron el alcalde de Lérida y candidato para liderar el PSC, Àngel Ros, y el primer edil de Sabadell, Manuel Bustos. Se trata de una enmienda a la ponencia que se discutirá en el congreso que el PSC celebrará tras el 20N, por la cual se renuncia al grupo propio de los socialistas catalanes distinto al del PSOE a cambio de que tengan voz propia.
De esta forma, los diputados del PSC podrían discrepar del PSOE en las cuestiones que afectan a Cataluña y votar de forma distinta, en un "grupo propio federal". Chacón ha vuelto a defender este miércoles la labor de los 25 diputados del PSC en el Congreso esta legislatura, y ha asegurado que el problema es que no se ha logrado visualizar más todo su trabajo a favor de Cataluña: "Me preocupa que, habiendo hecho tan buen trabajo, haya habido tan poca visibilidad".
También se ha mostrado partidaria de recuperar una de las partes del Estatuto que el Tribunal Constitucional (TC) recortó en su sentencia: la del poder judicial catalán. El Estatut preveía dar más competencias al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) para que pasase a ser la última instancia judicial a Cataluña, convirtiéndolo en un nuevo órgano, el Consejo de Justicia, lo que el TC desestimó.