Los resultados que arroja el último barómetro del CIS han pillado con el pie cambiado a los cuadros del PP. Esperaban una victoria de la encuesta oficial, pero no tanta. Casi de inmediato, un gabinete de emergencia se dedicó a destripar los datos en bruto, llegando a la conclusión de que “tal vez sea la primera vez” que el CIS “se acerque a la realidad”.
“Dieciséis puntos, es espectacular”, se le escuchó decir a Ana Mato, directora de campaña del PP, pese a que tapaba el micrófono. A ella le correspondió dar la valoración oficial, y que se centró en dos caminos bien claros: los españoles ansían un cambio político y la estrategia de Alfredo Pérez Rubalcaba se ha demostrado un fracaso.
La euforia se apoderó aún más si cabe del PP en el primer día de campaña. Que si “el PSOE da palos de ciego”, que si “el partido ya está jugado”... pero entonces Javier Arenas daba la voz de alarma: “No me creo la encuesta”, dijo, porque “es una estrategia del PSOE para desmovilizar a los votantes del cambio”.
“No se puede vender la piel del oso antes de cazarlo”, recalcó un Arenas curtido en las batallas electorales. Un estratega del partido explica que “dando los datos en bruto”, Gobierno y PSOE “podrían estar buscando” despertar a su votante dormido. Es la idea de que “pierda el mío, pero no por goleada”, y -si tal extremo pudiera ocurrir- finalmente meter la papeleta con el voto socialista.
Éste es un sector, el más numeroso, porque en la sede del PP también hay otro, el que cree que el PP tendrá más votos de los que el CIS anota. Toman como base que han descubierto un “sesgo ideológico grande” en algunas partidas de la macro-encuesta.
Cualquiera que sea la estrategia real, en lo que coinciden los cuadros es en que ha habido cocina. “Siempre la hay”, resaltan. Y de ahí que el sociólogo Pedro Arriola y otro miembros del aparato como Bermúdez de Castro sigan destripando el estudio.
Lo importante, remató no obstante Soraya Sáenz de Santamaría, es otro sondeo, el de la víspera: “La única encuesta que preocupa al PP es la encuesta de Población Activa, con cinco millones de parados”.