¿y qué fue de derogar la ley del aborto? ¿y qué de educación para la ciudadanía?
donde dije digo digo diego
El PP tiene un problema (por lo que a mí respecta). No le puedo creer. Ya no te puedo creer… dice la letra de una canción que tuvo un cierto éxito. Pues eso me pasa a mí con Mariano. Más aún si va de la mano de Gallardón. Más aún si hoy dice esto y ayer lo contrario y mañana otra cosa diferente… o no.
La concentración del pasado 29 de octubre ha tenido, entre otras, una virtud: ha hecho retratarse a todo el mundo (por ciento, a “El Mundo” también).
UPyD, por ejemplo, la ha cagado. Simplemente, la ha cagado.
El PP, este PP de Rajoy y Gallardón, (¡que poco gallardo es este Gallardón, qué poca justicia hace a su apellido y a su padre!) quiere estar a todo. Al chocolate y a las “tajas”, en misa y repicando… y no puede ser. Es un juego en el que, normalmente, terminas sin chocolate y sin “tajás”. Sin oír misa y sin repicar campanas.
El tinglado de Álvarez Cascos, ha cumplido. Otros partidos minoritarios, también.
Con cara al 20N tengo una cosa clara; no votaré a quien no esté inequívocamente (sin medias tintas, sin remilgos de ninguna clase) con y por la justicia. No sólo con y por las víctimas, con y por la justicia. Algo, la justicia, que a todos nos concierne. Simplemente. Inequívocamente.