El expresidente del Gobierno ha escrito una tribuna en la que analiza el comunicado de ETA y los movimientos que se han producido en la clase política y en la sociedad española tras el anuncio de la banda terrorista.
Titulada, Para no perder en la victoria, José María Aznar deja muy claro que "los terroristas y sus cómplices tienen una deuda con la nación española, con la democracia y con las víctimas". Por ello, recuerda que "con las leyes hemos derrotado al terrorismo y con las leyes se debe asegurar que ETA y sus cómplices hagan frente a sus responsabilidades".
El presidente de FAES considera que "la política, con el impulso moral y el ejemplo cívico de las víctimas, hizo que importara lo que tiene importancia, movilizó a la sociedad española contra el terror".
Es por esto por lo que desmonta los argumentos que intentan ahora rebajar el papel llevado a cabo por ETA y sus miembros. "ETA jamás ha matado para la libertad ni para la democracia. Ha matado siempre para imponer un proyecto totalitario", asegura Aznar, que agrega que "el terrorismo que sufrimos no es una asignatura pendiente de una transición política mal resuelta".
Y este último argumento lo saca a colación ante la idea que "vuelve a hacerse presente ahora en los que ven llegada la oportunidad de explicar que esa historia de terror no es enteramente reprobable, que el crimen hay que contextualizarlo". En su opinión, este discurso "convierte a los verdugos en víctimas de una circunstancia histórica, exigiendo perdones y reconciliaciones para hacer como si ETA no existiera".
El expresidentes del Gobierno añade a continuación que "los españoles siempre nos hemos negado a esa transacción propuesta por los terroristas consistente en aceptar como legítimo su proyecto totalitario a cambio de dejar de matar"
Igualmente incide en que "abandonar la violencia no puede ser sólo renunciar a su uso desde ahora, debe ser también el reconocimiento expreso de que nunca debió ser empleada". Y ante el olvido de buena parte de la clase política añade que "no hay dos bandos moralmente equivalentes. Derrotar al terrorismo es establecer que, frente a la absoluta inocencia de las víctimas, los terroristas siguen siendo culpables. Y que lo son ante la ley".
En su escrito, Aznar dedica un apartado muy especial a las víctimas. "La historia del terrorismo en España es demasiado cruel como para que nos permitamos ignorar todo lo que hemos aprendido. Todo lo que las víctimas nos han enseñado".
"Las víctimas no forman parte del pasado. Por desgracia, nadie puede ya revertir la muerte ni el dolor. Pero el sentido de su muerte y el sentido de su dolor todavía están por decidir" por lo que "debemos establecer que su vida no ha sido el instrumento del triunfo del terror sino la guía del triunfo de la libertad. Eso está pendiente".
Ante el posible final de ETA, el expresidentes indica que "no podemos aceptar soluciones de excepción. La democracia española no debe desviarse del respeto incondicional a los principios del Estado de Derecho. Porque sólo de ese modo podrá mantener intacta su legitimidad moral". A su juicio, "el final del terrorismo plantea un único riesgo: que perdamos en la victoria. Que pierda la nación de ciudadanos en su derecho a exigir a los terroristas todas sus responsabilidades".