La ‘okupación’ del Teatro Albéniz ha desatado una tormenta interna entre algunos miembros del 15-M: mientras que el núcleo duro está decidido a ‘okupar’ el edificio, los miembros del colectivo ‘Salvemos al Albéniz’ defienden lo contrario.
La plataforma para salvar el teatro ha afirmado que una ‘okupación’ del edificio podría provocar desperfectos, alteraciones y modificaciones que frustren el carácter de Bien de Interés Cultural (BIC) que dictó este verano el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM). Este argumento no ha sido atendido por la mayoría de los ‘indignados’, que no descartan entrar por la fuerza en el inmueble y darle usos alternativos a los escenográficos.
Además, el Albéniz alberga once esculturas del destacado artista español de vanguardia Ángel Ferrant, que decoran el edificio abandonado. Los propietarios del teatro temen por la integridad de estas piezas si los ‘indignados’ culminan la ‘okupación’.
Por su parte, la plataforma 'Salvemos el Albéniz' convocó el jueves una asamblea –a la que asistieron unas 150 personas, entre ellas, seguidores del 15-M y miembros de la Unión de Actores- en la que manifestaron su rechazo a la posible ocupación del teatro madrileño por parte de manifestantes afines al 15-M.
En este sentido, la portavoz de ‘Salvemos al Albéniz’, Eva Aladro, mostró a Efe su pesar por el hecho de que un grupo de personas contravenga "la legalidad" cuando la plataforma por fin ha conseguido "el reconocimiento judicial".
Tras señalar que respetan las intenciones de los miembros del 15-M de ceder el espacio del hotel Madrid a familias desahuciadas, los defensores del teatro han señalado que la ocupación del recinto escénico podría entorpecer su defensa ante las Administraciones.
"La plataforma para salvar el teatro Albéniz lucha siempre de forma no violenta, por las vías legales y ante las instituciones culturales responsables", han remarcado en un comunicado, opinión que defendieron también durante la reunión algunas de las personas miembros de la Unión de Actores.
La portavoz recapituló durante la asamblea la situación actual del teatro, del que ha dicho que ya no pertenece a la inmobiliaria Monteverde, sino que ha vuelto a la familia del primer propietario, Jaume Moro, SL.
Los nuevos propietarios, según señaló, han interpuesto un recurso de casación, alegando un defecto de forma, para evitar que el teatro se convierta en BIC.
Un hotel de "100.000 estrellas" y el asalto al teatro
Detrás de la antigua recepción del hotel pende el siguiente cartel: "Este hotel tiene 100.000 estrellas, sólo falta que te registres tú". Es la bienvenida que los ‘indignados’ dan al hotel, aunque previamente unos ‘cancerberos okupas’ vigilan la entrada al inmueble. Los ‘indignados’ también aconsejan no dejar objetos personales en las habitaciones, por si acaso hay alguna delación.
Además, los dueños del Teatro Albéniz denunciaron también la ‘okupación’ de este edificio. Según cuentan, los ‘indignados’ "han arrancado el equipo de sonido de la sala de butacas, han manipulado la maquinaria del escenario y se han instalado en sus tres plantas superiores de viviendas".