A primera hora de la tarde, un grupo de víctimas del colectivo Covite, encabezadas por Consuelo Ordóñez, hermana del concejal asesinado Gregorio Ordóñez, Rubén Múgica, hijo de Fernando Múgica y Pilar Elías han acudido al palacio de San Sebastián donde se celebra el encuentro con mediadores autodenominado "conferencia de paz", a la que se ha sumado el PSE.
En nombre de las más de 800 víctimas de la banda terrorista a lo largo de su historia, el grupo ha entregado un decálogo para acabar con el terrorismo titulado No a la impunidad, en el que abogan por la derrota del terrorismo, y ejemplares del libro Vidas Rotas, con el nombre y la historia de todos los asesinados por ETA.
Han sido recibidos por un responsable de prensa del encuentro e invitados a entrar para entregar los documentos, pero Múgica se ha negado: "No hemos sido invitados y no vamos a entrar".
Por su parte, Consuelo Ordóñez ha explicado que su objetivo con la entrega de los libros es hacer ver a los participantes que las personas no son números sino "personas con una historia detrás".
En ese sentido, ha denunciado que las personas que participan en la Conferencia internacional de distintos países "no deben de estar nada puestas en la historia más reciente de este país, en la historia de temor en la que unos matan y otros ponemos los muertos".
Por su parte, Rubén Múgica ha denunciado que en este Palacio de Ayete "se está perpetrando uno de los ataques más virulentos a la democracia española desde la transición", al tiempo que ha insistido en que "lo que aquí se ha gestado es una estafa, una mentira y un insulto a las víctimas".
Asimismo, ha considerado que Bildu es "corresponsable de este ataque virulento a la democracia" y ha insistido en que "no puede haber mesa de ninguna clase, ni técnica ni de ningún tipo con los criminales". "Los criminales tienen que ser perseguidos y juzgados, tienen que cumplir sus penas. Lo que merece ETA no es una conferencia de paz sino un Nuremberg histórico", ha asegurado.