La reunión de Blanco con el empresario en una gasolinera de Guitiriz no fue la única ni tampoco un acto casual. Según fuentes de la Inteligencia española consultadas por La Gaceta, el encuentro fue el resultado de una serie de amenazas e intimidaciones de Dorribo, que exigía al ministro de Fomento una entrevista personal.
"Nadie sabe lo que ocurrió en el automóvil, pero lo que sí es cierto es que Dorribo actuaba como correo de un grupo de empresarios empeñados en exigir a Blanco una serie de favores. Hablaba en nombre de más gente", dijeron las fuentes al diario.
Esta información desmiente que dicho encuentro fuera un acto casual o sin importancia, como han intentado justificar algunos líderes del PSOE. Se trata, pues, de una de las vías de investigación oficiales del caso.
La petición de Dorribo se centraba en favores de gran calado debido a la complejidad de la red de intereses que representaba. "Un ministro como Blanco, con su influencia y poder, no se moja por 400.000 euros".
Finalmente, Blanco recibió al empresario, pero utilizando unos cauces muy poco habituales. "Lo recibe porque lo tiene que recibir, porque no le queda más remedio, y desde el punto de vista de la protección el lugar más adecuado es el coche oficial, rodeado de un complejo cinturón de seguridad y lejos de grabaciones aunque con la presencia de las cámaras de seguridad", señalan las mismas fuentes que cita La Gaceta.
Además, aseguran que el CNI no vigila a la juez del caso, ni tampoco a Blanco. "Nadie a estas alturas va a mover un dedo por Blanco, un personaje político que pasará a un segundo plano y con un Gobierno en horas de agonía. En eso no se implica el CNI".