La Plaza de Cibeles de Madrid comienza a recibir a los indignados que vienen en distintas columnas hasta el centro de la capital y cuyo objetivo es la Puerta del Sol. En su marcha ya han cortado varias arterias de la capital. De hecho, uno de los sentidos del Paseo de la Castellana ha sido ya totalmente ocupado. Finalmente, decenas de miles de personas han acudido a la marcha.
Cuando el reloj del Palacio de Cibeles marcaba las seis en punto de la tarde los concentrados han efectuado una pitada y una 'cacerolada' frente a la puerta principal del Banco de España. Procedentes de los cuatro puntos cardinales de la región y con pancartas en las que se puede leer 'Pisos, no nichos', 'Tu botín, mi crisis', 'Que paguen la crisis los culpables', 'Europa de todos sí, euros para pocos no' o 'Europa de gentes, no de mercaderes', la manifestación se está celebrando en un ambiente festivo y sin incidentes relevantes.
Sin pancarta de cabecera, la manifestación ha arrancado al grito de "De norte a sur, de este a oeste, la lucha sigue cueste lo que cueste" y ha iniciado la marcha muy lentamente hacia la Puerta del Sol, por la calle de Alcalá.
Poco antes del inicio de la marcha los indignados concentrados lanzaban lemas como "todo el poder para las asambleas" así como distintos lemas de ideología marxista. Además, uno de los más aplaudidos fue un hombre que gritó: "la ideología la inventaron los judíos para separar a los humanos". Otro grupo cantaba: "fuego al parlamento" y "nuestros recortes seran con guillotina" sin que el resto de participantes les reprendiera.
La marcha no ha sido autorizada puesto que los organizadores no han pedido ningún tipo de permiso para llevarla a cabo tal y como han denunciado desde el sindicato CEP a esRadio. Eso no ha impedido que a pesar del riesgo de incidentes se vean de momento a pocos agentes policiales. De hecho, la orden ha sido el que sean "tolerantes" con los indignados.
A los indignados se han unido también los profesores que protestan contra Esperanza Aguirre y que portan sus ya características camisetas verdes, con las que tan buen negocio están haciendo desde Izquierda Unida.