La Audiencia Nacional ha dado este viernes un primer paso para facilitar la puesta en libertad del presunto etarra Ibon Iparragirre, al acordar su libertad provisional por su grave estado de salud en una de las causas por las que fue condenado, si bien seguirá por ahora en la cárcel al tener pendiente otra condena.
Así lo ha acordado la sección primera de la sala de lo penal de este tribunal, en un auto notificado en el que le impone comparecencias quincenales "si fuera puesto en libertad por las ejecutorias en las que cumple condena".
Fuentes penitenciarias han señalado a Efe que, tras la decisión de la Audiencia Nacional, "previsiblemente" Prisiones propondrá al juez de vigilancia penitenciaria que el interno cumpla condena en su domicilio sometido a controles telemáticos en virtud del artículo 100.2 del Reglamento Penitenciario.
Esta decisión tiene que contar con el permiso del interno, que quedaría sometido a vigilancia telemática, han añadido las mismas fuentes. Iparragirre se encuentra ingresado en el Hospital de Basurto de Bilbao debido al agravamiento de la enfermedad incurable que padece.
Para acordar su libertad provisional, el tribunal de la Audiencia Nacional, integrado por el presidente Javier Gómez Bermúdez y los magistrados Manuela Fernández Prado y Ramón Saéz Valcarcel, ha tenido en cuenta su "grave estado de salud", el tiempo que lleva privado de libertad, el estado del procedimiento -que se encuentra a la espera de concluir el sumario- y que está cumpliendo condena en otros procedimientos.
El pasado mes de septiembre, la Audiencia Nacional condenó a ocho años de cárcel a Iparragirre por los delitos de tenencia de explosivos y daños terroristas por atentar con dos artefactos explosivos contra las obras del Tren de Alta Velocidad (TAV) en la madrugada del 12 de mayo de 2008.
No obstante, en este caso el tribunal está aún a la espera del informe de la Fiscalía sobre la petición de puesta en libertad del acusado, según han confirmado fuentes jurídicas, lo que significa que Instituciones Penitenciarias no puede aprobar su salida de la cárcel en esta causa en la que todavía está en situación de prisión preventiva.
En mayo de este año, la Audiencia Nacional también condenó a otros tres años de prisión a Iparragirre por la colocación de una bomba en la sede del PSE de Elgoibar (Guipúzcoa) el 20 de abril de 2008, que no causó víctimas.
Esta es la condena firme que Iparragirre cumple en este momento, y en la que corresponde decidir a Instituciones Penitenciarias si le deja en libertad bajo vigilancia telemática para seguir cumpliendo condena en su domicilio por su grave estado de salud.
Precisamente este viernes, los grupos de PNV, EA, Aralar y EB han presentado en el Parlamento vasco una proposición no de ley en la que piden a Prisiones que "ponga de inmediato en libertad" a Iparragirre debido "a la gravedad" de su enfermedad.
La iniciativa de los cuatro grupos responde a "su compromiso inequívoco con la defensa de los derechos humanos de todas las personas, incluidas las privadas de libertad", por lo que también instan a Prisiones para que liberen de la misma manera "a los demás presos que padecen enfermedades graves e incurables".
Este mediodía un grupo de personas firmantes del Acuerdo de Gernika se han acercado al hospital para intentar visitar al preso de ETA pero los agentes de la Ertzaintza que custodiaban la habitación se lo han impedido "por razones de seguridad", según ha explicado a la salida ante los medios el histórico dirigente de la izquierda abertzale Tasio Erkizia.
La Audiencia despeja el camino para que Interior libere a un etarra enfermo
El tribunal deja en libertad al presunto miembro de ETA de una de las causas por la que está procesado. De momento, continúa en prisión.
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