Las tres son mujeres, juezas de instrucción y, ante todo, magistradas a las que no les asusta investigar los asuntos más peliagudos y polémicos de este país. Hablamos de las juezas Estela San José Asensio, Mercedes Alaya y Coro Cillán.
La primera de ellas ha cobrado notable protagonismo en las últimas horas después de que saliese a la luz pública que la 'operación Campeón' salpica al ministro de Fomento, José Blanco.
Sin embargo, para los lucenses esta magistrada es de sobre conocida. En los siete años que lleva de instructora en Lugo se la conoce por haber sido implacable en su lucha contra la violencia de género.
Asimismo, a esta vallisoletana le ha tocado lidiar con casos tan polémicos como el de una red mafiosa que explotaba a marroquíes en granjas de la provincia de Lugo o el de la trama de la retirada fraudulenta de multas en la Jefatura Provincial de Tráfico de esta ciudad. Ahora, todo apunta a que la magistrada del Juzgado de Instrucción Número 3 de Lugo no se va a dejar amilanar por las presiones que pueda recibir en relación con la 'operación Campeón'. La Voz de Galicia publicaba este miércoles que agentes del CNI podrían estar siguiéndola.
Junto a Estela San José, destaca la valentía de la magistrada de Sevilla, Mercedes Alaya, conocida como la juez de los ERES.
Sin embargo, hace algunos meses su nombre apenas resultaba mediático. Llevaba desde 1998 al frente del juzgado de instrucción número 6 de Sevilla, pero su trayectoria no le había hecho saltar a los grandes titulares más que en contadas ocasiones.
Hasta que los ERE fraudulentos de la Junta han ido convirtiéndola en una figura cada vez más mediática. Alaya tiene sobre la mesa esta investigación en la que ya ha conseguido que el Tribunal Supremo obligue al Gobierno andaluz a entregarle las actas del Ejecutivo. Además es la magistrada encargada de dilucidar el corrupto entramado del caso Mercasevilla.
Aunque el caso que verdaderamente la "catapultó" a la fama fue la gestión del Real Betis. Su investigación sobre la gestión de Manuel Ruiz de Lopera le hizo ganarse la consideración de muchos béticos, que vieron con buenos ojos el auto que supuso el fin de la Presidencia de Lopera. Quienes la conocen dicen que es dura, puntillosa y muy reservada. De momento, Alaya no se ha dejado intimidar por las continuas presiones de quienes investiga.
Junto a San José y Ayala, es de justicia mencionar a la magistrada extremeña, Coro Cillán. La titular del juzgado Número 43 de Plaza de Castilla había pasado desapercibida hasta que en los últimos meses le ha tocado instruir casos judiciales tan mediáticos como el de ‘El Balcón de Rosales’ -por la muerte del joven Álvaro Ussía- o interrogar a la mujer del presunto asesino de Mari Luz Cortes, Isabel García, después de que ésta asegurara en Telecinco que Santiago del Valle había acabado con la vida de la pequeña de Huelva.
En su despacho de Plaza de Castilla hay un sinfín de asuntos entre los cuales uno destaca de manera especial: la querella contra el exjefe de los Tedax cuando se produjeron los atentados del 11 de Marzo en Madrid, Juan Jesús Sánchez Manzano, por su actuación durante la investigación de la masacre.
Una querella que le costó una denuncia por dilaciones indebidas ante el Consejo General del Poder Judicial que finalmente fue archivada.
Desde que desembarcó en su juzgado número 43 de Plaza de Castilla ha puesto al día esta partida judicial y se han integrado a la perfección con sus compañeros. Sin duda, si algo caracteriza a Coro Cillán es su dedicación al trabajo y su amor por los libros y el estudio. Una cualidad que sus más allegados aseguran que le inculcó su padre quien en ciertos círculos del País Vasco era considerado un erudito.