Lárgate de una puta vez.
Pues será lo único que tienes en la cabeza y en el alma, porque decencia, inteligencia, sentido común, sensatez, humildad, cultura, templanza, sentido de Estado y de la justicia, prudencia, altura de miras y demás virtudes y cualidades que debieran adornar a un líder político que de tal se preciase, nada de nada, mamarracho que eres un auténtico mamarracho, por no usar otro tipo de epítetos más gruesos.