Tras protagonizar su enfrentamiento con la vicepresidenta económica, Elena Salgado, la portavoz del PP no ocultaba su enfado. "¡Contenta me tiene!", decía Soraya Sáenz de Santamaría en un corrillo con los periodistas en el patio del Congreso. Se quejaba la popular de que la vicepresidenta del Gobierno siga acusando al PP de "no arrimar el hombro" y de "mirar a La Moncloa", después de haber aprobado conjuntamente una reforma constitucional y, sobre todo, después de haber aceptado cambiar el sentido de su voto en el decreto de medidas urgentes para el promoción del empleo de jóvenes, que se votará mañana en el Congreso.
"¡Nos lo pidió Valeriano!", dicen en el PP que habían aceptado cambiar su voto en contra por la abstención para evitar que el Gobierno cediera ante los nacionalistas la primacía de los convenios autonómicos a los nacionales. Y eso, a pesar de que el PP está en contra de las medidas que se incluyen en el decreto ley porque "consagra la precarización laboral" permitiendo la concatenación de contratos laborales.
"Me dan ganas de votar en contra", se indignaba Sáenz de Santamaría, quien se ha preguntado: "¿qué más quiere el Gobierno?", en referencia ante semejante actitud. Admitía que hasta algunas fuerzas sindicales les han agradecido su cambio de postura respecto al decreto laboral.
Impuesto de Patrimonio
La portavoz del PP ha recordado además de que la Junta de Portavoces del Congreso ya tiene fijado el orden del día para la próxima semana parlamentaria, la última antes de la disolución de las Cortes, por lo que, en el caso de que el Gobierno aprobara el impuesto de Patrimonio, debería ser aprobado por unanimidad en la Junta de Portavoces, como exige la vía de urgencia. "Que lo tengan en cuenta", ha advertido la responsable parlamentaria en referencia a la posición de su grupo.