El presidente catalán, el nacionalista Artur Mas, ha ofrecido hoy su primer discurso institucional como 'president' con motivo de la Diada Nacional de Catalunya y ha escogido para ello la galería gótica del Palau de la Generalitat, delante de la escultura de Sant Jordi velando armas, informa Efe.
En su discurso, Mas ha subrayado que "la modificación unilateral de la Constitución por parte de los grandes partidos estatales rompe definitivamente las reglas del juego de la Transición española, al dejar de lado uno de los principales artífices de ésta: el catalanismo".
"Esto supone un cambio profundo del que Cataluña debe tomar nota, y que obviamente no será neutral ni inocuo en la relación entre Cataluña y el Estado", ha añadido Mas.
Según el presidente, estos últimos días se ha podido apreciar con "una dramática claridad que la visión uniformista y excluyente de España afecta negativamente a todos los catalanes, con independencia de su lengua habitual, de su lugar de nacimiento o de sus creencias religiosas". Por contra, Mas cree que esta situación "refuerza el catalanismo, del signo ideológico que sea, más allá del malestar o del resentimiento puntual. Más allá, en definitiva, de una postura meramente reactiva".
La sentencia del TSJC
Mas ha puesto como ejemplo de todo ello la reapertura del debate sobre la lengua, por el auto judicial que obliga a que el castellano sea lengua vehicular si así lo deciden los padres. Ha recordado que "la inmersión lingüística en Cataluña no es un fin en si mismo, sino un medio para lograr una sociedad más cohesionada".
"Es por ello que surgió en el contexto histórico de un gran consenso político y social, y continúa disponiendo de una aceptación social muy mayoritaria. Nadie puede pretender cambiar un determinado modelo de convivencia que, además, ha obtenido unos buenos resultados y goza de un consenso social mayoritario", ha remarcado, obviando su obligación de cumplir las sentencias judiciales.
Mas cree que Cataluña afronta "años de trascendencia histórica" que marcarán el "rumbo" del país y, en este contexto, ha asegurado: "de nuestras actitudes y sobre todo de nuestras acciones dependerá el futuro de la Nación" catalana.
Pide "comprensión" ante los recortes
Al margen de las reivindicaciones nacionalistas, Mas ha afrontado en su discurso cuestiones vinculadas a la crisis económicas y a los recortes que acomete su Gobierno para reducir el déficit público.
Mas ha querido trasladar un mensaje de tranquilidad y ha asegurado que "la obligada política de austeridad" del Govern no debilitará de forma irreversible el estado del bienestar, sino que cree que "contener el crecimiento de la deuda es el único camino para asegurar que las generaciones más jóvenes, nuestros hijos y nuestros nietos, podrán gozar como mínimo del mismo Estado del bienestar que hemos construido en las últimas décadas".
"Pido, en este sentido, comprensión a todos, a fin de evitar que las deudas excesivas de hoy no se conviertan en una losa para las esperanzas de las generaciones futuras. Un legado de deudas impagables no sería éticamente aceptable", ha remarcado.
Críticas al 15-M
Respecto al movimiento 15-M y sus protestas, Mas ha asegurado: "no podemos dejar que se instale entre nosotros una actitud destructiva hacia el sistema de representación democrática, cuyo centro es el Parlament de Catalunya".
"No se trata sólo de una cuestión de orden público, sino de algo mucho más importante: la apuesta por una sociedad basada en el diálogo y en la deliberación colectiva, que no es lo mismo que la violencia y la coacción disfrazadas de demandas; el de una sociedad donde existe el derecho a expresarse libremente y el deber de escuchar a todos, pero en ningún caso de aceptar la coacción de minorías que suplantan las mayorías reales. No siempre el que más grita tiene más razón. Y al que coacciona, no se le puede dar la razón", ha reflexionado Mas.