Los sindicatos CCOO, UGT y USOC habían convocado para este martes manifestaciones en varias ciudades contra la reforma de la Constitución. Poco antes de las siete de la tarde, en Barcelona, unas 5.000 personas y partidos de izquierda como ICV-EUiA y ERC se daban cita detrás de una pancarta cuyo lema era así de escueto: "Contra la reforma. #Jovullvotar".
En el caso de Cataluña, los convocantes consideran que la reforma supone una nueva limitación al autogobierno, que se suma a la provocada por la sentencia del Tribunal Constitucional (TC) contra el Estatuto.
Sin embargo, un grupo de indignados se ha plantado frente a la cabecera de la marcha con su propia pancarta: "Asamblea arriba. Abajo los sindicatos". A los líderes sindicales les han gritado: "De rosas y gaviotas estamos has las pelotas"; "comisiones, UGT, sindicatos del poder", "menos pactar y más luchar" y han increpado a los convocantes hasta llegar a la sede de ambos sindicatos.
Una vez allí, se han apostado a las puertas, han reclamado la convocatoria de una huelga general, han lamentado que CCOO y UGT no hayan defendido con fuerza los intereses de los trabajadores, han llamado 'vendidos' a los partidos, y han reiterado su mensaje ante todos los manifestantes que seguían el recorrido establecido.
Asimismo, han repartido un manifiesto en el que bajo el título 'Si tocan a uno, nos tocan a todos' invitan a la sociedad a trabajar para la convocatoria de un encuentro de trabajadores y empresas en lucha.
Mientras, en Madrid, los líderes de CCOO y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, han pedido al Gobierno que celebre un referéndum para consultar a los ciudadanos la reforma constitucional que han pactado el PSOE y el PP "deprisa y corriendo, con nocturnidad y alevosía".
Toxo ha dicho que "es tan simple" como poner una urna más en los colegios electorales el próximo 20 de noviembre, día que se celebran las elecciones generales. A su parecer, la reforma rompe el espíritu democrático del 1978 y viene impuesta por exigencias de "fuerzas extrañas" externas (gobiernos de otros países y mercados) que solo pretenden "asegurar el negocio" a costa de la calidad democrática.
Además, el líder de CCOO ha asegurado que la reforma que ha propuesto el Gobierno y que ha sacado adelante gracias al apoyo del principal partido de la oposición choca con el artículo 40 de la Carta Magna, que garantiza estabilidad presupuestaria, pero priorizando el empleo.
Por su parte, Méndez ha alertado de que el cambio constitucional puede suponer "serios riesgos" en términos de costes sociales que pueden permanecer en el futuro si los senadores no lo paralizan a su paso por la Cámara Alta. Según Méndez, el gran argumento contra este cambio es, junto a la movilización popular, la propia realidad, puesto que se trata de un cambio "precipitado" que busca tranquilizar a los mercados.
"Tenemos razones más que suficientes y avaladas por la realidad para que esto no siga adelante", ha señalado Méndez quien ha pedido que al menos se celebre una consulta y se explique a los ciudadanos que el cambio supondrá un "antes y después" sin mejorar la situación.