Barreda (y Bono) deben acabar en la cárcel por sus delitos y por su infame gestión. En cualquier pais democratico ya estarían procesados estos "presuntos" delincuentes y con los fiscales pisándoles los talones. Aqui los fiscales (el brazo criminal del PSOE en la justicia) acabarán por perseguir al denunciante, como sucede en Cuba o en Venezuela.