La fragua del acuerdo que permitirá la reforma constitucional anunciada por Zapatero ha ocupado la mayoría de las preguntas en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.
En ella, José Blanco ha defendido el papel de Alfredo Pérez Rubalcaba en la negociación, después de que la portavoz del grupo popular en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, revelase de forma tajante que no hubo reunión alguna entre Rubalcaba y el líder de la oposición, y que Rajoy negoció la misma directamente con el presidente del Gobierno.
El portavoz del Ejecutivo ha querido defender a Rubalcaba asegurando que el papel del candidato socialista ha sido "el que corresponde al líder del PSOE", que es fijar la posición del partido en la negociación. Blanco ha señalado que Rubalcaba se ha encargado, por tanto, de fijar "la orientación y el contenido", igual que ha hecho, ha dicho el ministro, el líder del PP, Mariano Rajoy.
"Ha sido una negociación entre fuerzas políticas y el papel que corresponda a Alfredo Pérez Rubalcaba es el del líder del PSOE", ha insistido el titular de Fomento, quien ha agregado que "ambos líderes" fueron los que fijaron la orientación política de las negociaciones de sus respectivos grupos a partir de la propuesta que formuló el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.
Blanco ha querido así defender el papel de Rubalcaba en la reforma, después de que la dirigente 'popular' compareciera el mismo viernes queriendo dejar claro que la negociación fue cosa exclusiva del presidente y Mariano Rajoy.
Sáenz de Santamaría, además de defender el contenido de una reforma que dará "confianza" a los mercados, aseguró de forma tajante que no hubo "ninguna reunión" del equipo negociador del PP con el candidato del PSOE a la Moncloa, pese a que fuentes socialistas anunciaron el día anterior que Rubalcaba estaba comandando la negociación de la reforma constitucional por parte del PSOE, tal y como recoge Europa Press.
"Permanente contacto"
No obstante y según Blanco, el jefe del Ejecutivo estuvo en permanente contacto con las fuerzas políticas que protagonizaron la negociación, así como con otras fuerzas que el Gobierno cree que se deben sumar al acuerdo, por lo que invitó al PSOE y al PP a que traten de ampliarlo.
El portavoz del Gobierno ha dicho que el Ejecutivo está "muy satisfecho" con el acuerdo alcanzado entre PSOE y PP para cambiar la Constitución porque es "una buena reforma" que establece un principio de estabilidad presupuestaria que afianzará la confianza en la economía española.
"Han sido las fuerzas políticas las que han protagonizado el acuerdo porque así ha sido la voluntad expresa del presidente del Gobierno", apostilló.
Blanco ha felicitado a quienes "dirigieron y llevaron el trabajo de estas horas que ha permitido alcanzar el acuerdo".
En cuanto a la celebración de un referéndum para ratificar el cambio en la Carta Magna, recordó que ésta tiene dos mecanismos para su reforma, el que se refiere a cambios en la estructura básica del Estado y a derechos fundamentales, que exige la consulta, y los otros supuestos que "tienen otra previsión para el acuerdo".
En todo caso, insistió, el Gobierno siempre "va a ser escrupuloso" con el contenido de la Constitución y aclaró que desde el punto de vista legal no es posible que se celebrara un referéndum el 20 de noviembre, coincidiendo con las elecciones generales, como propone CiU.
Blanco ha finalizado su intervención asegurando que el acuerdo alcanzado el jueves "ya no es del PSOE ni del PP" y ha reiterado que el Gobierno está satisfecho con el mismo porque se ha buscado una fórmula "inteligente" de hacer convivir principios con temas más específicos y concretos.