La división interna en el PSOE por la reforma constitucional es total. No sólo la militancia está en contra, también destacados dirigentes muestran su malestar. Algunos de ellos, como Guillermo Fernández Vara – el único barón socialista que salió indemne de las pasadas elecciones –, a través de Twitter.
El ex presidente extremeño dedica la práctica totalidad de sus tuits a hablar de la cuestión. "Si hay alguna razón para que la reforma constitucional no sea sometida a referéndum hay que explicarla. Si no se hace, nadie lo entenderá. Y si nadie lo entiende será una reforma aprobada por las Cortes Generales pero con una mayoría social en contra. Yo el primero. Y digo que yo el primero porque no lo entiendo".
"¿Apoyas la reforma constitucional? La base socialista no", le pregunta uno de sus seguidores. Fernández Vara contesta así de tajante: "Mi opinión es también la de un militante de base".
"No me gusta nada que tengamos que hacer esto para que los mercados estén tranquilos", es otros de los comentarios que se puede leer en su cuenta de Twitter.
Es precisamente en esta red social donde el equipo que rodea al candidato Alfredo Pérez Rubalcaca enmudeció durante todo el día de ayer. La cuenta principal, @PSOE, no se actualizó en todo el día. La del candidato, @conRubalcaba, se limitó a publicar tuits relacionados con el encuentro que mantuvo este miércoles el ex ministro del Interior con distintas familias en la sede del partido.
Lo mismo hacía la jefa de campaña de Rubalcaba, Elena Valenciano, una tuitera muy activa pero que ayer en @ElenaValenciano se limitó a publicar tres fotos de ese encuentro de Rubalcaba con familias.
Así mismo, la muy activa cuenta oficial de las Juventudes Socialistas, @JSE_ORG, tampoco se actualizó ayer. A su vez, en la cuenta oficial del PSC, @socialistes_cat, publicaban ayer un par de tweets sin haber dicho ni pío sobre la citada reforma.
Parece que la división y el malestar que ha generado dicho anuncio de reforma en el PSOE ha dejado a los principales portavoces de ese partido en Twitter sin ganas de explicar ni de debatir con los internautas el contenido de esa propuesta.
Es más, este silencio da la imagen de que en el PSOE ha cundido un desconcierto que podría mandar al garete su campaña electoral. Este jueves, de forma tímida intentan contestar a los enfadados tuiteros.