El Partido Popular se muestra muy cauto ante la amenaza del presidente del Senado, el socialista Javier Rojo, a Martín Garitano de que "o cambia de comportamiento" o su partido podría plantear una moción de censura en la Diputación de Guipúzcoa. Y es que, recuerdan los populares, el doble lenguaje en las filas del PSOE es una constante en la política contra ETA.
Por ello, lo primero que pidió Soraya Sáenz de Santamaría es que la dirección de Ferraz refrende las palabras de Rojo. "Me gustaría saber si esta amenaza es una realidad", recalcó, en rueda de prensa en la sede nacional del PP. De igual manera, reclamó saber "si el PSOE ya habla con el PNV" para llevar a cabo la moción.
Son ellos y no el PP los que tienen que demostrar que van en serio, se encargó de puntualizar la portavoz de los populares en el Congreso. Pero, por si quedaba acaso alguna duda, dejó claro que respaldarán "cualquier opción" que aparte a Bildu, el "brazo político de ETA" según los populares, de las instituciones.
"Cualquier medida", insistió la número tres del partido, que extendió esta posibilidad a toda administración en la que los proetarras tengan el bastón de mando, y no solamente a Guipúzcoa. Es lo que ha defendido "siempre" el PP, pero recordó además Sáenz de Santamaría que se basan en un dictamen del Tribunal Supremo, la Abogacía del Estado y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Una prudencia ante los verdaderos planes de los socialistas que, ya a micrófono cerrado, se convierten en una "casi certeza" de que finalmente no irán más allá de "un toque de atención" en voz de los de siempre. Así lo apuntan las fuentes consultadas, al hilo de lo dicho por la propia Sáenz de Santamaría: "¿Hasta dónde están dispuestos a llegar? La postura del PP está clarísima, lo bueno sería que el resto (el PSOE) se retrataran".