Dos familiares de presos de ETA, en el balcón municipal durante el chupinazo

Las familias de los etarras que cumplen condena en prisión tuvieron este jueves el protagonismo que Bildu se está esforzando por darles en el acto de inicio de las fiestas de La Blanca de Vitoria. Y es que dos miembros de Senideak, una de estas organizaciones de apoyo a los presos de ETA, siguieron la bajada de 'Celedón' desde la balconada de San Miguel.

Allí, estuvieron acompañados, entre otros invitados por los miembros de la corporación municipal vitoriana, por el diputado general de Guipúzcoa, Martin Garitano (Bildu) y el alcalde de San Sebastián, Juan Carlos Izaguirre. Los dos familiares fueron, exactamente, Tere Ruiz de Arbulo, familiar de la reclusa Maite Díaz de Heredia, y José Luis López de Eluzuariaga, familia de la también presa Gotzone López de Luzuariaga.

Maite Díaz de Heredia es una conocida dirigente del brazo político de ETA y se encuentra en prisión, a espera de juicio, por el caso Bateragune, que juzga el intento de los principales dirigentes proetarras de refundar la Mesa Nacional de Batasuna-ETA. En 2007, fue una de las cabezas de lista de ANV a las Juntas Generales de Álava. Además, fue candidata de HB al ayuntamiento de Vitoria y a las Juntas de Álava en 1995, repitiendo como candidata a ambas instituciones por Euskal Herritarrok en 1999. En 2001, fue en las listas de EH al Parlamento vasco.

Gotzone López de Luzuariaga, de 52 años, formaba parte de la estructura del grupo Araba de ETA y fue condenada a más de cien años de prisión en cuatro condenas por delitos de sangre. Detenida en 1989, la primera sentencia la condenó a 27 años de prisión como cómplice del asesinato del general Azcarraga, ocurrido en marzo de 1988 en Salvatierra (Álava), localidad de la que es natural. La segunda sentencia, la condenó15 años de cárcel por complicidad en un atentado contra la casa-cuartel de la Guardia Civil en la localidad también alavesa de Llodio.

La tercera condena fue por dar alojamiento a dos terroristas del grupo Araba de ETA que acaban de asesinar a dos policías en el Alto de Armentia en 1987. Su última condena, de 22 años de prisión, fue por encubrir delitos de atentado, asesinato y robo por la muerte de otros dos policías en Vitoria en 1988. Por si fuera pago, en 1994, fue condenada por la venta fraudulenta de un piso con el objetivo de no pagar una indemnización a una víctima de ETA.

Actualmente, se encuentra en la prisión alavesa de Nanclares de Oca. En 2007, durante su estancia en la prisión de Jaén se le descubrió un cáncer de mama, por lo que fue operada y sometida a más de una treintena de sesiones de radioterapia con cargo a la Seguridad Social.