Hasta julio de 2006, Manuel Chaves, actualmente vicepresidente del gobierno y entonces presidente de la Junta de Andalucía, aducía los informes de Greenpeace y otros que consideraban perversa la multiplicación de los campos de golf por Andalucía por destruir la costa y sus ventajas medioambientales.
Desde tiempo inmemorial, el PSOE andaluz consideró al golf un deporte de ricos, lujoso y atentatorio contra el medio ambiente. Realmente era un doble discurso, para no perder los votos "medioambientales" como denunciaron ya en 2006 los representantes de Ecologistas en Acción e IU en Cádiz. Pero ese año el gobierno Chaves comenzó a mover la legislación para facilitar la construcción de campos de golf en Andalucía sin demasiadas exigencias.
En verano de ese año, antes de los cambios legislativos, Iván Chaves era contratado por Andrés Rodríguez, promotor de Paraíso Golf, en Jaén. La cuestión es saber si Iván Chaves era conocedor o no de los cambios legislativos que preparaba su padre y si Manuel Chaves conocía o no la dedicación de su hijo a los negocios del golf. Bogaris, que también contrató a Iván Chaves, es la beneficiaria única hasta ahora de los cambios legislativos de Manuel Chaves
Cuenta El Mundo que en verano de 2006, Iván Chaves y sus socios empezaron a negociar su primer contrato de representación con Andrés Rodríguez, promotor de Paraíso Golf, en Jaén, un complejo residencial con campos de juego. Justo en agosto de ese año, la consejera de Obras Públicas y Transportes, Concepción Gutiérrez, precisó que un campo de golf debía cumplir las características determinadas por las federaciones de este deporte y los condicionantes que fija la Administración medioambiental, mientras que en materia urbanística "no se va a permitir, porque la ley andaluza no lo permite, crecimientos y asentamientos urbanos".
Gutiérrez apuntó que se analizaría en cada caso si el terreno "es apto o no" para el desarrollo de un campo de golf, "teniendo en cuenta que las viviendas se hacen siempre en el casco urbano; no vale recalificación en mitad del campo". Pero IU ya dijo que los argumentos de la consejera eran "una auténtica tomadura de pelo". Y añadió que "Si hay algo que ha fracasado en Andalucía es precisamente la actual normativa que afecta a los campos de golf, que ha dado pie a una actuación claramente especulativa", afirmó. Por su parte, Los Verdes anunció que pedirá explicaciones al PSOE por el anuncio de la consejera por considerar que supone renunciar a "poner límite a una de las puntas de lanza de la especulación urbanística".
Curiosamente, tanto Gaspar Zarrías -entonces Consejero de la Presidencia- como el propio Manuel Chaves desmintieron a la Consejera. El Gobierno andaluz dijo no tener una decisión sobre la elaboración de un decreto regulador de los campos de golf en Andalucía -que iba a prohibir las urbanizaciones vinculadas a los campos de golf, y permitir sólo algún equipamiento hotelero de baja densidad -, en contra de lo apuntado el día anterior por la consejera de Obras Públicas, Concha Gutiérrez del Castillo. Recuérdese que el decreto regulador de los campos de golf fue uno de los compromisos adquiridos por el PSOE de Andalucía en su acuerdo programático con Los Verdes para las elecciones autonómicas y generales de 2004.
El 10 de agosto de 2006, Chaves desacreditaba a su consejera y anunciaba la aprobación del decreto considerado innecesario por ella. A las pocas semanas, sigue El Mundo, el socio de Iván Chaves, Javier Olaegui, firmaba el contrato con el promotor del campo de golf de Jaén.
El nuevo decreto del golf y el papel de Chaves -como presidente de la Junta-
Chaves tardó dos años más en cumplir su palabra sobre el decreto y el 12 de febrero de 2008, justo en el último Consejo de Gobierno de la VI Legislatura y poco antes de las elecciones generales y autonómicas, se aprobó el decreto del golf. En su nueva regulación, los Ayuntamientos perdían su capacidad de decidir sobre los campos de golf. El nuevo marco legal hacía posible que el PSOE y su máximo jefe, Manuel Chaves, dijeran a los promotores y a los alcaldes quién es el que mandaba aquí, a qué ventanillas debían dirigirse y qué personas o estructuras deberían ser convencidas para poder construir un campo de golf.
Hasta El País decía en un artículo sobre el tema: "Los ayuntamientos proponen y la Junta dispone. Así ocurrirá con los campos de golf una vez que entre en vigor el decreto que los regulará. El borrador de la norma establece en su artículo 2 que "por su carácter de equipamiento deportivo especializado que aporta valores añadidos a la oferta turística regional, los campos de golf que se implanten en Andalucía tienen incidencia territorial e interés supramunicipal". El efecto de esta declaración es que la Junta se convierte en el organismo con capacidad última de decisión sobre la materia, por encima de los municipios, que hasta ahora podían aprobar la construcción de un campo de golf..."
Esto es, la autorización los complejos urbanísticos con campos de golf –como el que representaba Iván Chaves a través de sus socios–, dice El Mundo, pasaba a depender directamente del Consejo de Gobierno presidido por el padre. Se trataba de la prerrogativa de la Junta de expedir el título de "campo de golf de interés turístico", únicos que podían unir golf y urbanizaciones.
Nueve meses después de aprobarse la normativa, se rebajaban los requisitos a los promotores de campos de golf de interés turístico con un pequeño cambio de la Ley de Ordenación que luego ha beneficiado directamente al proyecto Bogaris de Barbate donde sus representantes no quieren aclarar si Iván Chaves ha tenido o no intermediación.