Durante la mañana, el exvicepresidente de la Generalidad valenciana, Víctor Campos, y el exjefe de gabinete de la Consejería de Turismo y actual jefe de protocolo de la Diputación de Valencia, Rafael Betoret, han asistido para aceptar la acusación en la causa de los trajes y la pena más alta.
Tras la dimisión de Francisco Camps, tanto Campos como Betoret no podrán eludir el banquillo de los acusados ya que la ley exige que para llegar a la conformidad todos los acusados deben aceptarla. Ellos tres, junto con Ricardo Costa, serán juzgados con un jurado popular por un delito de cohecho pasivo impropio en el caso de los trajes.
Ambas han sido las dos únicas visitas al TSJCV ya que la de Camps se esperaba pero finalmente no se ha producido. En un primer momento el tribunal ha informado de que desde el entorno del presidente de la Generalidad se había llamado para solicitar que se abriera la puerta principal del Palacio de Justicia, puesto que el jefe del Consell pensaba acudir en su vehículo oficial. No obstante, transcurrida media hora, el presidente daba 'marcha atrás' y avisaba de que, finalmente, no se iba a presentar.
A las 15 horas la sede del Tribunal Superior de Justicia valenciano cerró sus puertas sin que ni el todavía presidente de Valencia ni el exsecretario general del PPCV Ricardo Costa acudiesen para aceptar el pago de la multa más alta fijada por recibir supuestamente regalos de la trama Gürtel.
Poco después saltaba la noticia de que Francisco Camps comparecía ante los medios y pasadas las 17 horas anunciaba su dimisión.
Si Camps hubiera pagado la multa por cohecho habría evitado sentarse en el banquillo pero habría tenido que aceptar su culpabilidad. Algo que no ha hecho y que de poco le ha servido a Víctor Campos y Rafael Betoret hacer.