El candidato socialista a la Presidencia del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, considera que el Senado "no sintoniza con el Estado autonómico" y que "no cumple ninguna de las funciones para las que el constituyente lo creó", de manera que, aunque hasta ahora no ha hablado de reformarlo, cree que "hay que plantearlo una vez más, y con fortaleza".
En una intervención ante el Grupo Parlamentario Socialista –diputados, senadores y eurodiputados–, Rubalcaba ha defendido también su propuesta de modificación del sistema electoral basándose en el modelo alemán para mejorar su representatividad y su cercanía, alegando que, aunque sea "difícil" alcanzar el consenso necesario, ello no "exime" al PSOE de tener que tomar una posición.
A su juicio, no se puede estar cambiando los sistemas laborales y de pensiones y replanteando las políticas sociales y dejar la política "intacta". Otra cosa que, a su juicio, "no sirve para nada", es la llamada Comisión de Peticiones –"hasta el nombre está mal puesto", ha opinado–, de manera que ha propuesto una "revisión" para convertirla en una "Comisión de Participación" y relación con los ciudadanos a imagen de las que existen en parlamentos autonómicos y europeos.
Y, en todo caso, ha subrayado que para mejorar la política y acercarla a los ciudadanos a veces no hacen falta leyes, sino cambiar "la forma de hacer política". Para ello, ha propuesto "reorganizar" el grupo en la próxima legislatura para que los diputados y senadores estén más cerca de sus electores y que los parlamentarios por Madrid, Barcelona o Sevilla sean tan conocidos en su circunscripción como lo es el de Soria.
En la misma línea, les ha pedido que aprovechen las nuevas tecnologías para comunicarse con los ciudadanos y también para rendir cuentas de lo que hace cada parlamentario. Eso sí, ha subrayado que para ello el grupo tiene que tener "flexibilidad" para permitir que los diputados presenten iniciativas, dentro del marco de la acción de Gobierno y de la oposición.
Según Rubalcaba, así se combatiría la "asimetría" que existe entre lo que trabajan los parlamentarios y la imagen que algunos ciudadanos tienen de ellos. "Cambiar algunas cosas es muy fácil, basta con proponérselas y exigirlas", ha remachado.
En el mismo capítulo, les ha subrayado que "a la gente los rifirrafes parlamentarios les gustan poco" –aunque a su juicio a los medios de comunicación "les gustan mucho" y cuanto "más insultón" es uno más primeras tiene– porque no dan "solución a sus problemas". Por eso, aunque ha admitido que "es muy difícil huir del lío", ha subrayado es "mejor proponer soluciones que protagonizar rifirrafes".
De hecho, ha asegurado que él mismo ha tenido que "morderse la lengua" en muchas ocasiones y ha adelantado que su campaña electoral será así, más pedagógica que de rifirrafes. "No sé cuál será el resultado pero no puedo hacer otra cosa, no me sale. Cuando me elegisteis, me elegisteis como soy y así me vais a tener que ayudar hasta el final, no esperéis de mi una cosa en la que no creo", ha remachado.
Por eso, se ha referido a su lema de campaña –"escuchar, hacer, explicar"– dejando claro que no es un eslogan, sino "una determinada forma de hacer y entender la política" y les ha pedido ayuda para trabajar en esa dirección. "No me atrevo a decir eso de 'sin vosotros no soy nada' por si mañana me dan una toba", ha ironizado sin embargo.
Rubalcaba ha defendido también su propuesta de introducir controles previos en los planes urbanísticos aunque ello requiera cierto "cambio de mentalidad" después de años dando prioridad a la agilización porque, a su juicio, está claro que para combatir la corrupción no basta con "castigar duramente", sino que hay que poner controles para que "la gente, aunque quiera, no pueda corromperse".
El candidato ha reconocido que habrá quien se sienta injustamente tratado por esta propuesta pero la ha defendido porque, en su opinión, con la burbuja inmobiliaria también "han florecido los golfos".