El anterior gobierno castellano-manchego, presidido por José María Barreda, se gastó 377.749 euros -63 millones de pesetas- en un vehículo blindado para uso del actual expresidente de la región.
El automóvil es un Audi A-8 equipado con todo lo necesario para garantizar la seguridad del presidente, y fue adquirido en enero de 2007. El vehículo cuenta con el fuselaje blindado a inhibidores y ruedas especiales, y está perfectamente preparado para eventuales situaciones de peligro. Este coche fue adquirido mediante un contrato negociado y sin publicidad. El vehículo figura en el inventario de la Consejería de Economía y Hacienda, aunque era para el presidente.
Desde su adquisición, su contador se detuvo en el kilómetro 53.000, una cifra muy baja si se tiene en cuenta que Castilla-La Mancha es una de las comunidades más extensas. Según informa ABC, el coche se encuentra desde hace tiempo aparcado y sin uso en un almacén.
En otro depósito se halla también el segundo coche más caro de los adscritos a la Presidencia castellano-manchega: un Audi A-8 L 4.2. El automóvil fue comprado en agosto de 2006 y costó 83.184 euros, más 13.308 en extras. Este vehículo se utilizó un poco más, y su contador registra 212.000 kilómetros.
Además, junto a los dos vehículos anteriores, en el inventario de Presidencia y de uso exclusivo de Barreda figuran otros cinco vehículos: un Audi A-6 de 2008 que ahora tiene 142.000 kilómetros; otro A-6 comprado al mismo tiempo y con 12.000 kilómetros –perteneciente al Instituto de la Juventud-, y un Peugeot 607 de 2007 con 116.000 kilómetros. Cada A-6 costó 44.482 euros, y el Peugeot valió 31.457.
La relación de vehículos oficiales es más extensa, hasta llegar a 22 coches oficiales de la anterior Presidencia socialista. El importe de todos estos vehículos se eleva a 995.556 euros.