El Partido Popular pone punto y final al curso político, por no decir que también a la legislatura, dando por hecho que Mariano Rajoy será el sexto presidente de la democracia. "Y no lo es ya porque Zapatero insiste en mantener la agonía", interpretan en Génova, donde han hecho del váyase señor el grito de guerra de la casa, con la seguridad de unas encuestas que pintan tan bien que dan casi por hecha la mayoría absoluta.
Esto no quiere decir que los populares vayan a poder disfrutar de unas largas vacaciones de verano, más bien al contrario. La responsable de campaña, Ana Mato, que este mismo lunes fue ratificada en el cargo por el Comité Ejecutivo Nacional, quiere tener listo para septiembre el Programa Electoral, por lo que la maquinaria del partido se mantendrá activa en los meses estivales, bajo la batuta de Baudilio Tomé.
Partiendo de esta base, el jefe de los populares se presentó ante los suyos como referente de la "concordia" frente a un Alfredo Pérez Rubalcaba que, escuchado su discurso, se ha situado en las tesis "más radicales" a fin de intentar despertar a su electorado. Así lo dijo en la reunión del Comité, a puerta cerrada, según las fuentes consultadas por este diario.
Rubalcaba y la crisis de Gobierno
Ya a micrófono abierto, su portavoz, María Dolores de Cospedal, resumió en cuatro pilares la estrategia electoral socialista de aquí a la cita con las urnas, que los populares ven más próxima que nunca: "Radicalización muy clara del mensaje, demagogia, prometer todo lo contrario a lo que han hecho y decir ahora que defienden a quienes más daño han hecho con su política", resumió.
El PP cree que ésta será la línea a seguir por el candidato, pero también por el Gobierno. "Veremos un Gobierno teledirigido por Rubalcaba", aventuró Soraya Sáenz de Santamaría, en declaraciones desde el Congreso de los Diputados. El objetivo: "Intentar controlar sin que se note".
Por todo ello, lo único que esperan los populares es que se produzca "el acontecimiento", como definió Cospedal al adelanto electoral. "Los españoles siguen demandando un nuevo Gobierno", destacó, hilando esta idea con los "parches" que suponen la última remodelación del Ejecutivo.
"Con estos cambios lo que está claro es que el PSOE no tiene nada nuevo que ofrecer. Los cambios son parches y los españoles ya no quieren más parches, quieren un nuevo Gobierno", argumentó la número dos, que a renglón seguido instó a José Luis Rodríguez Zapatero a dejar de guiarse "por intereses partidistas" y abra de una vez por todas las urnas.
Los ejes fundamentales del Programa de Rajoy
Y mientras el presidente deshoja la margarita de las elecciones, Rajoy se definió preparado para tomar ya las riendas de la nación. Tiene programa y tiene equipo, aseguran desde Génova, donde ponen como ejemplo el camino iniciado por las Comunidades Autónomas conquistadas por el PP tras el terremoto electoral del 22-M.
"Transparencia, disciplina financiera y reestructuración del sector público", recetó Cospedal, que encarna en primera persona el cambio político. En este sentido, aseguró que el PP representa ya hoy "partido de gobierno" a tenor de que "es capaz de llegar a acuerdos con todas las formaciones, a excepción de Bildu" y ha dejado en evidencia que tiene un proyecto, destacando las ya presentadas Ley de emprendedores, Ley de estabilidad presupuestaria y Ley de Transparencia.
Un plan "reformista" que se basa en seis ejes fundamentales, adelantados por Rajoy -en presencia de José María Aznar- en el Campus FAES, y que este lunes volvió a llevar a la arena pública Cospedal:
- Empleo y crecimiento económico con reformas estructurales y una Ley de emprendedores.
- La reforma y modernización del sector público, bajo una cama de austeridad extrema.
- Fortalecimiento institucional, destacando la vigilancia hacia Bildu.
- La proyección exterior del país reactivando la marca España.
- La atención de la sociedad del bienestar y la priorización de los mecanismos de protección social.
- La educación, como la vacuna más importante para la sociedad.
Todo ello "sin radicalismo, sin demagogia y sin hacer división del país", que según el líder de los populares representa el candidato Rubalcaba, y con él el Gobierno y el PSOE. En conclusión, un proyecto de "regeneración nacional" a fin de abordar las tres crisis: la económica, moral e institucional.
Ahora bien, las primeras palabras de Rajoy fueron de recuerdo a Miguel Ángel Blanco, de cuyo asesinato a manos de ETA se cumplen catorce años. Y con esta mención vino su compromiso, reafirmado, de que el PP nunca negociará con ETA y de que su objetivo es que Bildu acabe fuera de las instituciones por ser brazo ejecutor de los terroristas.