Ha sido Rubalcaba, y no Zapatero, el que ha adelantado que habrá cambios en el Gobierno al avanzar que él deja sus cargos. No adelantó cuándo se producirá su sustitución porque, según él, eso sí le corresponde al presidente.
La incógnita ahora es cuándo se emprenderán los cambios. Podrían producirse este mismo fin de semana o el lunes o el martes. Aunque una fuente tan próxima a Rubalcaba como el diario El País apunta a principios de la semana próxima. El motivo, no restar protagonismo al candidato en el gran acto de este sábado. Cuentan que, en el afán de convertir a Rubalcaba en la estrella absoluta, hasta José Luis Rodríguez Zapatero evitará tomar la palabra en el Comité Federal. Así que a priori parece poco posible que el presidente, que se ha mantenido en un llamativo segundo plano en este anuncio, emprenda los cambios en el día clave del candidato.
Otra duda es la del nombre del sustituto. Su multitarea podría ser repartida entre varios ministros. Se da casi por hecho que Ramón Jáuregui podría convertirse a partir de ahora en el portavoz del Gobierno como ministro de la Presidencia. Y se habla de Ignacio Camacho, secretario de Estado de Seguridad, como posible sucesor de Rubalcaba en los pocos meses que faltan para las elecciones.
Algunos apuntan la posibilidad de que Zapatero intente dar impulso a su agónico Gobierno con cambios más profundos. Pero el diario de Prisa no le da credibilidad: habla de un "relevo tranquilo", que se limite a los cambios justos para cubrir el amplio hueco que dejará el vicepresidente.